Dos fragmentos del nuevo libro de Ramos disponible en Amazon

[hr gap=»30″]

Por una u otra razón o emoción, entre las que incluyo diversos descuidos, un día no tan nublado encontré en mi biblioteca dos ediciones del mismo libro; y, otro día, en los amplios espacios en blanco que en una de sus impresiones la obra contiene, empecé a escribir relatos re laxos sobre los objetos que guardo en un cuartito que construyo y habito de cuando en cuando desde hace casi tres décadas:

es un volumen de poco menos de treinta metros cúbicos, tres metros lineales de ancho por cuatro de largo y otros dos y medio de alto.  Lo mandé hacer en-seguida de casa, dentro de un solar propiedad de mi esposa, que usufructo para beneficio de ambos y de nuestra descendencia.

Digo mandé aunque suene imperativo y macizo porque no quiero empezar este libro conjugando el ver-bo tener y porque donde vivo, por un solar baldío te cobran más impuesto predial que por otro con algo construido encima, de modo que con lo ahorrado, pon-gámoslo así, te sale gratuito el proyecto, lo cual con-viene, sin duda, sobre todo si sabes que allí morarás hasta que te mueras…..

Caso es que es un cuarto chico que sirve como almacén y atalaya, barraca, bodega, buharda y burbu-ja; que no desván ni consultorio, pero sí cabina, cober-tizo y cubículo, cuchitril y cueva a veces, cuasi cha-bola y chiquero hasta cierto punto; despacho, des-vestidor, dominio, estudio y foyer, entre otros usos, además de gabinete de curiosidades, guarida, habitá-culo e ínsula; jacal, ay, sitio de esparcimiento y hasta mónada, de a buenas, unidad en sí misma, nicho, ofi-cinita y pabellón, que no pocilga; mas luego sí pompa, en su calidad de burbuja y no como usualmente se piensa; quiosco, refugio, saloncillo, territorio libre, urdi-dera y vestidor, en determinadas urgencias, yonke,  zaguán y hasta más, gracias a su peculiar diseño…..

Como si estuvieses a punto de abrir por fin el ar-cón donde se encuentra el baúl extraviado de tus más queridos ancestros, o el tesoro que has buscado por años -del cual tal vez siempre guardaste con celo algún mapa-, y fueran ya tu vista y tu corazón a tener acceso a la delicada y silenciosa ruptura de ciertos ve-los, o a la incursión de la luz en lo oscuro, o al aire que en bocanadas aspiramos después de estar un par de minutos abajo del agua; o al descorchar la botella de tu más caro elixir, o al destapar el pomo de  tu eau de cologne favorita, un exquisito perfume en la aparición estelar de tu amada o amado luego de un largo tiempo sin verle u olerle, ni de sentir su piel chinita junto a tus poros, así es como anhelo imagines lectora, lector, tus sensaciones y vibras cuando te adentres e incursiones en este venero que va para libro, hecho a partir de bie-nes reunidos donde ya sabes….

Sobre el autor

Nómada irredento, originario de Torreón, Coahuila, en Sonora por más de 40 años. Escritor y tallador de madera actualmente. Pasajero de la nave tierra que próximamente acabalará 71 vueltas al sol.

También te puede gustar:

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *