El debut de Gerry Valenzuela en CS 😀

[hr gap=»30″]

Cuando Fox ganó todos nos quedamos como en expectativa, como esperando a ver qué pasaba… a diferencia de ahora. Ahora Andrés Manuel y Morena arrasaron, pero la gente siguió haciendo lo mismo, sobre todo los de arriba. Los banqueros siguieron desfalcando a sus clientes, los políticos aprobándose bonos y liquidaciones millonarias, los probos empresarios adjudicándose contratos,  la mafia matando a quien le estorba y distribuyendo drogas, el ejército, marina y policías siguieron haciendo de las suyas. En pocas palabras, pues, la derecha no se amilanó y por el contrario se atrincheró preparándose para el pleito.

Tal vez la diferencia sea que con Fox a la gente le quedaba claro que había ganado otro grupo político, que habían ganado los panistas, en cambio ahora no, con Andrés Manuel a ciencia cierta no se sabe qué grupo político ganó y no me salgan con la formalidad. Todos los que ganaron, no por haber ganado con Morena perdieron amistades, ni intereses y menos negocios y relaciones familiares; todos «los perdedores» saben que tiene un camarada en Morena, que si bien no los protegerá, sí les dará el pitazo para que se cubran.

Lo que está claro es quién no ganó: los de siempre, los de abajo, los pobres, los jodidos,

aquellos desposeídos hasta del cheque universitario, quedando a expensas de la buena voluntad de los de arriba o de los intermediaros clasemedieros académicos, que, como es natural primero ven por sus intereses, primero se quieren acomodar ellos asumiéndose como legítimos representante de los de abajo, pues pobrecitos pero «no tienen perfil», te imaginas, qué van hacer ahí, gobernando, si son amas de casa, obreros, campesinos, pobres, mal vestidos, mal olientes, no usan Paris Hilton o Hugo Boss, jóvenes ninis, madres solteras. ¡¡No, qué espectáculo!! Y luego tan irreverentes, tan bocones, no saben detenerse, piden a gritos y con un lenguaje ¡¡que válgame Dios!! Creen que porque se parten el lomo todos los días y ganan salarios de miseria tiene derecho a reclamar, no entienden que la política es una herramienta para acercarse, dialogar y llegar a acuerdos, para unirnos, no entienden que los mismos de siempre no son nuestros enemigos, son adversarios.

Tal vez estoy generalizando pero Hermosillo es un ejemplo de perla. Ganó Morena, con Célida, una política de viejo cuño y reciente ingreso al cambio verdadero, pero no de cualquier grupo político sino del que depredó al erario de forma cínica. Fue impuesta por los dirigentes, también impuestos, a la militancia de Morena- Todo iba bien, la señora parecía otro López, pero en cuanto gana nos dice quien es en realidad. Para armar su equipo de gobierno busca a sus compinches, los mismos de siempre, no va con los militantes de Morena que fueron los que la llevaron al gobierno, no.

Como consecuencia se arma la trifulca, la gente protesta, se queja porque a pesar del esfuerzo realizado, de haber luchado para terminar con la política prianista, para terminar con los rateros de siempre, Célida está metiendo por la puerta de servicio a los mismos de siempre. Pero las masas están solas, sin alternativa, una y otra vez se estrellan contra «el perfil».

Los que llevan la voz cantante, los académicos universitarios, no quieren enfrentar, quieren contemporizar, quieren negociar, pues ellos si tienen «perfil» para estar en las comisiones, dejando sin recursos a la masa, desarmándola, se autonombran para incorporarse a la comisión de Célida, los dirige una académica que dice que tiene un «alto perfil», maestrías, doctorados, diplomados, libros y  peipers publicados. Célida impone condiciones, uno o dos por comisión, van de comparsa legitimadora, dice otro académico.

Los pobres, pues, se quedan en la estacada, solos, no tienen forma de decidir, y esta situación se presenta por muchas razones pero a mí me interesa destacar una.

Los pobres no tienen alternativa porque la izquierda, esa que debería ser la conciencia de la clase, la que debe mantener la independencia de las reivindicaciones de los pobre y proponerles alternativas, anda muy ocupada buscando el reflector: una parte anda ganando «perfiles», anda detrás de Andrés Manuel, pues como representante de la burguesía nacionalista tiene que terminar lo que la burguesía supeditada al imperialismo no ha podido hacer, sus «perfiles» son para que los puedan tomar en cuenta y dar consejos a los de arriba y contener a los de abajo.

La otra parte, la de la simulación revolucionaria, ante su incapacidad de crear alternativas para la masa de pobres, se indianizaron. Pero a pesar de que los indígenas del ezln-cni-cig les dicen que se pongan de su lado y no vayan a la cola, no pueden, primero porque la única tierra que tienen es la que llevan en las uñas y no distinguen entre Tierra y Territorios, es como si quisieran ser gringos, franceses o alemanes, así fueran güeros camarón se les notaría el nopal en la frente. No quieren asumir su condición de mestizos y como tales crear una alternativa revolucionaria para el pueblo de México.

En cuanto a Morena y viendo los recientes acontecimientos, lo de «primero los pobres» lo harán los mismos de siempre, ya ven que nobleza obliga y hay que gobernar para todos, eufemismos que se usan para engañar bobos y meter a los derrotados por la puerta de servicio: ahí está Bartlett, el sicario del Estado, escudados en que es experto en la defensa del sector energético, ¿Cuándo han visto los pejehová un texto de Bartlett sobre energía? Nunca. En cambio, casi todas las semanas podemos leer un artículo de Antonio Gershenson. Pero Bartlett tiene a sus cuates y socios que quieren parte del pastel. O Meade, ya ven, trasmutó de corrupto, difamador y cómplice de la mafia del poder a una buena persona, decente y honorable.

Así las cosas, pero hay que esperar al 1 de diciembre, a ver qué nos dice la nación amorosa y ver qué tono tiene el rosita. Mientras, los pobres seguirán teniendo lo mismo en los bolsillos y comprando gasolina y tortillas a 20 pesos el litro y el kilo, pues ni modo el mercado manda.

Por Gerry Valenzuela

Ilustración de David López Portillo

Sobre el autor

Gerardo "el Gerry" Valenzuela (Vícam, 1959) tiene una maestría en ciencias sociales, con especialidad en Política Públicas, por El Colegio de Sonora. Hijo de pobres entre los pobres (jornaleros agrícolas), milita en la izquierda desde que se le atravesó en 1973 y ha pasado por todo el espectro de la misma, desde la izquierda extrema y radical hasta la "progre". Tal vez por eso no me llevo bien con ninguna, opinó alguna vez.

También te puede gustar:

8 comentarios

  1. Gerardo, qué buen artículo escribiste. Se nota la diferencia entre la espontaneidad y apasionamiento de las opiniones en el facebook y las ideas y opiniones que se vierten con orden y detenida meditación y análisis en medios formales como Crónica Sonora.
    De acuerdo contigo en tus observaciones críticas a MORENA y AMLO, ya casi instalados en su condición de ganadores en la Presidencia, en las Cámaras y en casi todas los puestos de elección popular del país. Si acaso, solamente vale la pena destacar que buena parte de la conducta, posiciones y declaraciones de AMLO como virtual presidente electo, están determinadas por la «real politick» y por las formalidades (y realidades) del ejercicio del poder como clase gobernante. No debemos olvidar que ya no andan en campaña, y que en lo sucesivo AMLO tendrá que tomar decisiones como jefe del ejecutivo y del Estado mexicano, y ya no como candidato en campaña. Por supuesto, una regla básica de honestidad política en las democracias, es que los candidatos y partidos ganadores, respeten la sustancia de las ofertas que ofrecieron a sus votantes y partidarios. Sabemos que nunca puede haber una congruencia total y absoluta, por razones evidentes de que una cosa es la promesa en campaña y otra la realidad cruda de la gobernanza, gobernabilidad y, en general, el ejercicio de gobernar. Por lo pronto, aun antes de asumir formalmente el poder, ya se notan en forma acusada, esas diferencias. Y se notarán más conforme pase el tiempo ejerciendo el poder. Ojalá haya capacidad y voluntad para que se logre armonizar lo que se prometió con lo que se podrá cumplir. Al voluntarismo de AMLO se opondrá seguramente la realidad y las inercias del sistema político y económico del país. Lo más que podemos esperar es que la brecha entre ambas situaciones sea lo menos ancha posible.

  2. «Mientras, los pobres seguirán teniendo lo mismo en los bolsillos y comprando gasolina y tortillas a 20 pesos el litro y el kilo…» Discúlpeme, pero tal como yo lo veo los pobres no necesitan gasolina porqué ni carro tienen. Algunos tenemos un pobre carro, pero esa es otra historia.

    Sinceramente, no le compro el artículo. Lleno de dolor por cosas que aún no han sucedido y frases ocurrentes (demasiado floridas, por cierto) que ni se basa en datos ni extrae conclusiones claras. No entendí de dónde venía ni a donde quiere ir a parar. Lo único que parece claro es que usted no votó por Morena. Lo cuál es muy respetable, pero por favor… dejen hacer, que todavía no ha empezado el tiempo de empezar y ya los están apedreando. Pareciera que quieren ver auto-cumplidas ciertas expectativas nefastas en lugar de querer ver el entusiasmo de tanta gente por tener una oportunidad para el cambio que no se daba en este país desde hace 75 años.

    Salud!

  3. Sergí, hasta el nombre tiene ridículo, «los pobres ni carro tienen», clasismo, discriminación, los pobres tiene carro, no nuevos y por eso la gasolina les sale más cara, pero tienen.
    Para terminar no escribo para vender sino por diversión, tal vez no le encuentras cuadratura al texto porque no te dice lo que quieres que te diga, te ofuscas y partes de un supuesto falso, sí voté por AMLO-Morena, cinco de cinco, pero no solo eso, he sido parte del movimiento desde que surgió en 2005, tal vez por eso tengo, cuando menos en Hermosillo, el cuadro completo para saber que pasa y como, ustedes que se se subieron al tren cuando iba llegando a buen término creen que esto no ha empezado, para nosotros tiene 13 años que empezó

    1. Óigame, punto uno: no le conozco y no sé quien es. Yo traté de opinar sobre su escrito, espero me disculpe si pareció algún tipo de análisis sobre su persona.

      Punto dos: posiblemente me equivoqué cuando dije que creí que usted no votó por Morena. Alguien que lo votase y quisiese ver excelencia y transformaciones al día siguiente podría sentirse muy dolido de no ver tales cosas todavía, no sé si es su caso entonces, pero ya le digo que es físicamente imposible hasta que no sea nombrado presidente o hasta que Morena ocupe los cargos de diputados que se han ganado, cosas que todavía no han sucedido. También pudiera ser -ahora recuerdo un párrafo de su artículo- que no haya salido usted premiado en la repartición de cargos que debe estar sucediendo en Morena para ocupar próximamente las responsabilidades de gobierno que les espera. Eso también podría explicar su descontento. Aunque sinceramente si es así, me parece desmedida la mayor parte de su crítica, y creo que no hace ningún bien al cambio que necesita este país.

      Punto tres: no sé a que se refirió con «Sergí, hasta el nombre tiene ridículo». Es mi nombre, que es catalán y no es ridículo o no lo es más que Omar, Kevin u otros, que son extranjeros. Soy catalán y resido en Sonora desde hace 10 años, donde me casé, y estoy feliz de haber descubierto un mundo nuevo, literalmente, en esta tierra, y sobre todo de poder vivir en primera persona esta -esperemos- transformación política y social de México, y que con gusto estoy divulgando en las redes sociales para con mis contactos en Europa.

      Punto cuatro: se equivoca 100% al decirme «ustedes que se se subieron al tren cuando iba llegando a buen término»… ¿usted cree que los únicos que son de izquierdas o que han hecho algo por los ciudadanos (especialmente por los que más necesitan ayuda y que se respeten sus derechos constitucionales) son los de Morena? Óigame, yo llevo en esto de la izquierda hace décadas… antes de que nadie supiera quien es AMLO!! A ver si la transformación social es un invento de nadie (y menos de un partido)! Así que por favor, si su concepto de regeneración política y social de un país se restringe al liderazgo de unas siglas, es que no ha entendido mucho de lo que se trata todo esto. Y ahora sí, estoy hablando de usted… puede ofenderse todo lo que guste y mande.

      Saludos!

  4. Gerardo, «Gerry»… Sergi… saludos

    Tengo treinta años leyendo análisis político y económico. Tengo más de cuarenta años siguiendo la historia presente y viva de mi ciudad, de mi Estado y de mi País…

    Cuando alguien escribe por diversión acerca de temas de política yo creo que lo primero que debe aclarar es si lo que va a decir lo dice en broma o lo dice en serio pero por diversión. Tomar la palabra para opinar acerca de un tema central de la vida política y social del país que le interesa, le ocupa y le preocupa a gente que se asume seria, me parece que básicamente implica tomar una actitud seria… o atenerse a lo que le puedan replicar. Mafalda era Mafalda y dijo que no creía que las cosas en el mundo estuvieran tan mal como para tomárselas a broma. Es un chiste pero yo voy de acuerdo con Mafalda. Por otra parte, alguien que se presenta con estudios profesionales de Ciencias Sociales y al menos trece años de militancia y activismo en un movimiento de izquierda, con todo respeto, pero no puede escribir por diversión.
    No sé si Crónica Sonora se deba equiparar para bien o para mal a la página editorial de El Imparcial, de la Jornada, a los artículos de fondo social de Mambo Rock Periodismo y Literatura o, por algún destello de alguna pluma extraordinaria, merezca saltar el charco y ser leído en Europa o cruzar la frontera y ser leído por la comunidad latina de los Estados Unidos, o de rebote que pudiera ser localizado por cibernautas de de Sudamérica que estarían en posición de volverse seguidores de los artículos de actualidad de Crónica Sonora… pero no veo a ningún lector serio de este amplio mundo, interesado en el análisis político de México, aprobando la actitud de un analista o comentarista político que manifiesta escribir por diversión. Se escribe para profundizar, se escribe para analizar, para aportar, sí, para disentir, sí, para denunciar, sí, para contrastar posiciones o para sacar a la luz una inconsistencia de un proyecto político importante, o para hablar de un proceso de cambio o de reforma que, como en este caso, crea expectativas de muchos ámbitos… porque la problemática mexicana contempla muchos ámbitos.

    Punto por punto, le concedo la razón a Sergi, cuyas ideas generalmente contemplan un todo y un por qué. No solamente en esta ocasión sino en toda ocasión.
    El movimiento de Morena empezó en 2013. Personalmente caminé por las calles de la Avenida Juárez frente al Museo Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México donde se colocaron las mesas informativas para la gente, crear comités e inscribir a la gente a ese nuevo partido.
    El movimiento lopezobradorista para la presidencia de la República tal vez haya empezado, como según usted lo indica, en el año 2005; pero desde que AMLO ganó el gobierno de la Ciudad de México en el año 2000 ya se anticipaba una carrera presidencial del tabasqueño tras los tres descalabros de Cuauhtemoc Cárdenas como líder de la izquierda.
    Andrés Manuel López Obrador perdió por fraude electoral la gubernatura de Tabasco en 1995 ante Roberto Madrazo Pintado y como protesta tomó las plantas petroleras de ese Estado, haciendo sentir la fuerza de su movimiento y el gran apoyo que tenía por parte de la gente… desde entonces era noticia y desde entonces era un líder nato de la izquierda, de ahí su carrera de 23 años para alcanzar la primera magistratura del país.
    El movimiento del que usted habla no lo inició siquiera Andrés Manuel López Obrador; lo iniciaron Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano y Porfirio Muñoz Ledo al fundar la Corriente Democratizadora del PRI y después de renunciar a él, fundar el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional que, según algunos, ganó la elección presidencial de 1988..
    Algunos dirían que este movimiento que más que de izquierda es de democratización, inició en 1968 con el movimiento estudiantil

    Pero las agendas ya no las marcan los partidos… las agendas ya no las marcan los caudillos políticos… las agendas no las marcan ideologías decimonónicas de diferenciación conceptual acerca de la renta, el trabajo, el comercio exterior, etc… las agendas están marcadas por las necesidades sociales y por las posibilidades administrativas o legales con las que cuentan los gobiernos para resolver los problemas y esas necesidades sociales… por lo tanto las agendas están marcadas por las restricciones presupuestales de las administraciones públicas para otorgar los servicios que requiere la población, para generar desarrollo, para cumplir con su tareas básicas… después, parece que nuestros grandes problemas son la inseguridad, la violencia y el crimen organizado, y en ese sentido el debate es muy distinto, es más multidisciplinario, casi no tiene que ver con hombres ni con nombres, tiene que ver con medidas, tiene que ver con análisis, con diagnósticos, con estrategias… y casi no hay nada de político en eso. Casi no tiene que ver con quién lo hará, sino que tiene que ver con qué se hará.

    La verdad no leí completo su artículo. En cuanto me di cuenta, al tercer párrafo, que no era nada serio, lo renuncié definitivamente.

    Existe el género del ensayo dentro del método de las ciencias sociales, que requiere un rigor inalcanzable aquí. Existe el artículo especializado, que no se acerca aquí en nada. Existe el artículo de opinión, que puede que se alcance pero se queda corto, terriblemente corto. Mucha extensión de ideas no concretas hacia lugares que no denotan ningún fondo. Perdón por la crítica, pero un espacio de opinión pública se abre para elevar la altura de los pensamientos sobre temas que conciernen a muchos. Generalmente se requiere respaldo de la información que se maneja, referencias concretas que justifiquen lo que se está diciendo. Pruebas argumentales que sustenten la verdad que quiere uno defender.
    Tal vez el ensayo literario se le dé a usted mejor. Puede que ahí sí haya diversión.

    No hay que pelear. De por sí hay poca energía. No la llevemos al polo negativo.

Responder a Benjamín Alonso Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *