logo-libreria-alonso [hr gap=»10″]

 

Esta gran humanidad ha dicho basta y ha echado a andar…

Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz.

José Martí

 

Cuba empieza una nueva era sin Fidel.

El mundo permanece perplejo mientras se reacomodan las fichas

demasiados jugadores que se aprestan para irrumpir y controlarla.

¿El fin de la revolución?

¿Transición pactada a la restauración capitalista?

¿Democracia y libertades políticas?

Sólo los cubanos tienen los derechos históricos para decidir su rumbo propio.

 

Siempre estuviste ahí,

sin derrota,

siempre firme como árbol gigante,

inmarcesible.

Sobreviviente de las tempestades,

solías incendiar los corazones,

encendernos las pasiones
y enamorarnos de la revolución,

sentirla nuestra y necesaria

como al aire para darnos vida.

Orgullosos de nuestra patria grande,

latinoamericana,

desde el río hasta la tierra del fuego,

siempre desafiante, resistiendo

los poderes imperiales,

las bárbaras embestidas.

El Che se fue para Bolivia,

sonaron los cascabeles de las serpientes.

Y siempre estabas tú,

en las barbas del tío.

Sacrificios sin cuento,

periodos especiales,

racionamiento.

Y también fusilamientos.

General Arnaldo Ochoa.

Los derechos, presos políticos.

LIbertades.

Democracia.

Despertar de sueños que se han vuelto pesadilla.

Mientras tú te marchas para siempre

¿a ser pasto de gusanos que regresan?

Una conspiración se alista para dar el zarpazo.

¿Te absolverá la historia?

Quiero creer que, como el Cid,

seguirás de frente ganando batallas después de muerto.

Y estaremos,

sé que estaremos resistiendo,

peleando contra el nuevo fascismo del imperio.

Despidamos al gran revolucionario tal como él despidió al Che:

Hasta siempre comandante Fidel: ¡Patria o muerte! ¡Venceremos!

 

Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo

y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano:

los Estados Unidos de Norteamérica. En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria.

El Che, «¡Crear dos, tres, muchos Vietnam!», Mensaje a la Tricontinental.

Por Rubén Duarte Rodríguez

fidel
«Santiagueros, compatriotas de toda Cuba: al fin hemos llegado a Santiago (aplausos)». Como reza el pie de foto de lainformacion.com (click en la imagen): «Fidel Castro habla a la nación en 1959, recién derrocado Batista».

 

Sobre el autor

Periodista, escritor, analista político y bluesista.

También te puede gustar:

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *