Vaya un brevísimo adelanto de Crepúsculo mecánico, novela de Antonio Berumen, ganadora del CLS 2021

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«Cómo que me van a quitar mi troca. ¡Si todavía jala! Apenas ayer le arreglé el mofle y le cambié la caja de cambios. Nomás vieras qué chinga fue conseguir las piezas; y con lo caras que están. El robot del ayuntamiento me dijo que eso hiciera, y pos eso hice pa’ que me dejaran en paz. Pero ahora me dice usté que no importa, que me la van a quitar de todos modos. Pos a qué estamos jugando, oiga. Ya les dije que yo no tengo dinero pa’ comprarme uno de esos carros voladores. A mí me gusta mi troca, y con ella me voy a quedar».

Desde que el gobierno empezó con sus chingaderas del progreso, los jodidos somos los más afectados… Entienda, señor. Lo hacemos por el bien de la ciudad. Deposite su vehículo en el yonker y recoja su cheque. Con lo que le den, fácil puede sacar un speeder a crédito… Ahora resulta que no podré usar mi troca, porque dizque ya imantaron las calles pa’ que circulen esas navecillas que traen desde China. Creen que uno puede tirar sus cosas así nomás. Como si no hubiesen costado.

La Poderosa ha estado en la familia por dos generaciones. Mi tata se la regateó en Bisbee a un gabacho que estaba quedándose ciego, y con ella recorrió las sierras más peligrosas de Sonora. Su caja llevó kilos de marihuana, migrantes hondureños, cuernos de chivo, estéreos robados, botellas de bacanora. Todos los domingos, cuando mi tata se quedaba jetón en su poltrona, le robaba las llaves pa’  dar una vuelta en ella y que no se perdiese la costumbre de que la voltearan a ver… Es una Ford F-100 1975. Azul. Quisiera decirles que la pintura es original, pero la retoqué hace años en la carrocería de un conocido por culpa de un accidente. Las llantas se las cambio cada cinco años. A veces la saco a pegar el rondín pa’ que no se le acochambre el motor. La parrilla está al tiro y los faros siguen siendo los mismos con los que vino del otro lado. No se deje engañar. Pega unos arrancones que casi parece cohete. Los parabrisas tienen apenas dos que tres rayones, y los espejos retrovisores están medio opacos. La radio sigue en la misma estación que la dejó mi padre. Nunca la cambié porque soy un hombre sentimental. La piel de los asientos es nueva, y el techo estaría enterito si no fuera por una quemazón de cigarro que le hizo mi hija una vez que nos peleamos. No tiene problemas mecánicos. Préndala y verá que ronronea. ’Ora que si quiere meterle la pata, nomás no se asuste con los tronidotes que pega el escape…

Mi jefe se quedó con La Poderosa cuando mi tata se petateó. Su última voluntá fue que lo enterrarán con ella como pasó con un narco de aquí. Por supuesto que naiden le hizo caso; mucho menos tratándose de una troca tan bonita. Mi padre, en vez de llenar la caja con las malandrinadas que solía hacer mi tata, prefirió transportar verduras de los ranchos al mercado municipal. Como su única herencia, mi padre se esforzó por tener la troca al chingazo. Fue así que comenzó a pagarme cien pesos mensuales —suficientes por si se me antojaba una caguama con los cuates— pa’ que vigilara que el mundo no le hiciera un daño difícil de quitar. Si le llegaba el olor a tierra mojada, vete juído a rentarle la cochera a la vecina; si le cuachaban los pájaros, sácate la esponja y límpiala en caliente; si el sol estaba con madre, ponla debajo del nogal. De ese modo le agarré un cariño especial a La Poderosa, porque se volvió la única manera en que yo podía acercarme a mi padre.

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Fragmento de capítulo de la novela de ciencia ficción Crepúsculo mecánico, ganadora del premio «Concurso Libro Sonorense» 2021 y publicada por Nitro/Press y el Instituto Sonorense de Cultura en septiembre de 2022. Para mayor información sobre el libro: http://nitro-press.com/9786078805204 

Antonio Berumen (el de la foto, n. del e.)

Licenciado en Derecho. Profesor universitario. Maestro en Letras Hispanoamericanas. Autor de la novela Hasta luego, Tokio, 2011, y del cuentario La madrugada del Yaqui, 2017. Su cuento más leído, Las plumas de la calandria, se encuentra publicado en la revista literaria El Septentrión.

Ha sido ganador de numerosos certámenes de poesía y cuento en España, Cuba, Chile y México. En 2017 ganó el Concurso del Libro Sonorense con la novela Noche en llamas. Y en 2021 volvió a obtener ese galardón con la novela Crepúsculo mecánico. 

Sobre el autor

CRÓNICA SONORA es una revista digital e impresa dedicada a la discusión y difusión de la actualidad y la cultura, con sede en Hermosillo, Sonora, México. Contacto: cronicasonora@gmail.com

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1 comentario

  1. Espléndida obra narrativa, con una trama bien trazada y una estructura amable para el lector, con un lenguaje preciso y expandido desde lo puntualmente técnico hasta la jerga fronteriza de los giros negros y los usos comunes de una narcocultura que nos visita desde un futuro muy presente. Un golazo exquisito de la literatura sonorense que se desmarca de los libros que se reescriben tantas veces acumulando premios y que vueven ordinaria la oferta narrativa de las estanterías estatales.

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