Hermes CenicerosHermosillo, Sonora.-
En las últimas dos semanas una carta dirigida al gobernador Alfonso Durazo ha circulado por los WhatsApp de varios miembros de la comunidad cultural de Sonora. En esta se hace una dura crítica a la nueva administración del Instituto Sonorense de Cultura (ISC) con algunos puntos que invitan a la reflexión pausada de como debería ser la gestión cultural en la entidad, algo que no debe tomarse a la ligera ni desdeñarse en un negacionismo acrítico.
Entre los nueve puntos que los firmantes de esta carta en Change.org respaldan, hay críticas que merecen ser revisadas tanto por la autoridad como por la misma comunidad cultural para debatir sobre como queremos que sea la gestión cultural de Sonora los próximos seis años.
Sin entrar a la grilla que este tipo de ejercicios provoca, es claro que quienes firmaron este documento coinciden con quienes lo elaboraron en los puntos relacionados con las deficiencias nombradas, y esto es lo que nos debe llamar a la reflexión. Porque de acuerdo a la última vez que revisé la plataforma para reunir firmas, la carta ya había reunido casi las 3,000 firmas, un número nada despreciable para Hermosillo y para Sonora.
Los puntos que me parecen deben ponerse sobre la mesa para una reflexión más profunda son:
- El rumbo de la transformación que se desea en la gestión cultural por parte de este gobierno estatal.
- La necesidad de una gestión cultural más profesional desde la administración estatal.
- La preocupante sobreideologización con la cual se esta administrando una institución cultural
La carta al gobernador termina haciendo una observación que debe preocuparnos, porque a seis meses de esta administración aún no se da a conocer un plan de trabajo que indique cual es el rumbo de la transformación cultural que este gobierno propone. La falta de un Plan Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora (PECAS) es una muestra de que esta administración no tiene claras sus metas y mucho menos los indicadores que muestren si se esta mejorando la administración de la cultura en la entidad.
Desde hace años la comunidad cultural ha sido crítica de la gestión del ISC porque su normatividad está agotada y debe adaptarse a las nuevas necesidades de artistas, gestores y promotores culturales. La realización de un PECAS 2021-2026 es el marco ideal para establecer esos ajustes y hacerlo en una convocatoria amplia y abierta ayudaría a involucrar todos los sectores de la comunidad cultural sin poner barreras ficticias como la afinidad política.
La preocupación por la sobreideologización en el ISC no es algo menor porque esta institución no tiene el propósito de adoctrinar artistas o gestores culturales, su misión debe enfocarse en administrar los recursos del Estado dirigidos al desarrollo cultural de Sonora y a crear las condiciones en la entidad para garantizar su acceso a toda la población. Desafortunadamente, cuando la cabeza del instituto se concentra más en la propaganda gubernamental del presidente se desatienden otras tareas de la administración cultural como el fortalecimiento de la educación artística y una vinculación con el sector educativo, así como el desarrollo de un programa estatal de fomento a la lectura y el libro que debe hacerse de acuerdo a la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro del Estado de Sonora.
La respuesta en medios que se ha dado a la carta al gobernador por parte de la autoridad cultural se ha centrado en discutir sobre el perfil de la directora, en lugar de profundizar los cuestionamientos que se hacen a la falta de un PECAS o la obligación de tener un Instituto Sonorense de Cultura de puertas abiertas para todos los artistas o gestores culturales sin importar creencias y posturas políticas. El arte y la cultura no merecen ser condicionados por una ideología política.
No es bueno que la autoridad cultural evite los debates que se proponen en la carta, ni minimizar las críticas como lo ha hecho en sus respuestas en medios, por lo contrario, debe aprovechar la oportunidad para hacer un plan de trabajo donde todas las voces sean escuchadas.
Texto y fotografía por Hermes Ceniceros
Casa de la Cultura (a cargo del ISC) en Hermosillo
