Ímuris está de fiesta: mañana se cumple el 329 aniversario de su fundación. Por ese motivo -desde el pasado día 10 y hasta el 20 de marzo- se han realizado una serie de eventos culturales y peregrinaciones diarias hacia la iglesia de San José. Pero más allá del aniversario, ¿cuál es la historia y la cultura de este pueblo?

 

La imagen que generalmente se tiene de este lugar es la de un pueblo de paso, de taquerías sobre la carretera internacional y, claro, las quesadillas. Como mencionó una persona en una reunión de consejos municipales en pro de la cultura, “Ímuris solo tiene la cultura de las quesadillas”. A quien yo preguntaría: “¿Y qué es la cultura?”. Pues a pesar de que todos utilizamos coloquialmente esa palabra, los estudiosos de ese concepto no logran amarrar una definición.

 

Considero que se  ha creado un estereotipo de sólo una parte de la realidad, la otra no está totalmente estudiada y nunca lo estará. Es importante  entender que más allá de las quesadillas, Ímuris -como todos los pueblos de Sonora- es un lugar lleno de historia, misma que  forma parte de la cultura sonorense.

 

También cabe mencionar la marginación historiográfica de esta localidad, inscrita en una mayor, no sólo por estudios especializados de historia sino por la educación a nivel nacional. Al hablar de la Historia de México sólo se remite a Mesoamérica, dejando de lado lo que no está dentro de ese espacio cultural, como es el caso de Sonora, perteneciente a Aridoamérica.

 

Este es un problema que nos afecta directamente, porque ¿cómo concebirnos dentro de una historia nacional en la que no somos considerados, y cómo entender nuestra identidad si durante años hemos sido excluidos de los libros de textos educativos? Y ya ni hablar de la propuesta de eliminar de la currícula la asignatura de Historia… En fin.

 

Comenzaremos por el principio. En Ímuris -palabra que según opinan algunos investigadores significa “entre dos ríos”, y según otros “Loma en forma de pedernal”- un grupo de individuos se asentaron en la época prehispánica, formando así parte de lo que actualmente conocemos como Pimería Alta, que, a su vez, los arqueólogos la incluyen dentro de la Cultura Trincheras cuando se trata de hablar de los rasgos culturales y sociales.

 

De la historia de los antiguos habitantes de Ímuris podemos mencionar, a manera de evidencia material, algunos sitios arqueológicos que dan información acerca de nuestro pasado: “Las Letras”, “El Cerro de la Cruz”, “El Cerro del Aguacaliente”, “La Nopalera”, entre otros. Ahí se pueden observar petroglifos, pintura rupestre, trincheras, metates y otras evidencias.

 

En estos sitios estaban establecidos los antiguos pobladores llamados Himeris, quienes formaban parte de una  sociedad que explotaba y transformaba los recursos naturales, mostrando con eso que ya conocían la agricultura; que tenían cierta organización social, en la cual había dirigentes y dirigidos; que mostraron sus aptitudes artísticas o por qué no, científicas, en el arte rupestre y  la cerámica; y que, en conclusión, utilizaban técnicas de acuerdo a su propio desarrollo cultural que les permitían ir mejorando sus condiciones de vida.

 

Al igual que la historia de la mayoría de nuestros municipios sonorenses, llega el momento del contacto del conquistador con el conquistado: las “fundaciones” con la espada y la cruz. En Ímuris, este proceso tiene como imagen protagónica a un personaje conocido como el Padre Kino, quien fue un explorador, geógrafo, arquitecto, evangelizador, etnólogo, etcétera; pero principalmente su obra fue de carácter humanitario, ya que fue  defensor de los derechos de los indios ante la corte y las autoridades españolas.

 

Fue en el año de 1687 que por primera vez este asentamiento humano fue visitado por  el misionero jesuita Eusebio Francisco Kino. El 19 de marzo funda el pueblo de San José de los Himeris con la categoría de Misión de Visita e inicia de inmediato la construcción de una iglesia dedicada a San José. A partir de ese momento el Padre Kino organizó ese espacio geográfico y a sus habitantes dentro del sistema misional, mismo que consistía en un conjunto de pueblos indígenas que bajo la administración de los jesuitas llegaron a construir una unidad desde el punto de vista socioeconómico.

 

La formación del sistema de misiones fue un lento proceso iniciado en 1591 y llegó a su máxima amplitud en 1699. Ocurrió a medida que los jesuitas avanzaban hacia el norte  y llevaban a cabo la reducción de los indios en pueblos de misión. Fue el medio por el cual los europeos lograron la evangelización y la sujeción indígena al orden político y social del imperio español. La última etapa de expansión del sistema misional  del noroeste de lo que hoy es México, está comprendida entre 1687 y 1699, periodo en que, bajo la dirección del padre Kino, se fundaron 25 pueblos de misión en la Pimería Alta.

 

La Pimería Alta formó parte de esos sistemas de misiones.  Pero ¿qué habría sido de esa etnia sin el Padre Kino? Posiblemente otro hubiera hecho un trabajo similar. O quizá no, no lo podemos saber. Sin embargo, en cuanto a la protección indígena, el padre Kino hizo una extraordinaria labor. Él intercedió por los pobladores naturales ante las autoridades virreinales y obtuvo grandes logros.  Desde su llegada y hasta su muerte -que ocurrió después de oficiar misa en Magdalena, en la que se sintió enfermo- nunca dejó de trabajar por los territorios que le habían dado en consigna.

 

A pesar de la falta de ayuda, que él tanto solicitaba para la misiones, y aunque obtuvo la presencia de pocos misioneros para esa región, no sobrevivieron todas las misiones que Kino fundó. Entre los ataques de los indios nómadas, la falta de misioneros, la misma lucha por asimilar a los indígenas dentro del sistema misional y otras razones, la obra completa de este personaje, ya no está presente. El caso de Ímuris, no es uno de ellos.

 

Como ya se mencionó anteriormente, era una región con varios grupos asentados, es decir sedentarios, que ya conocían la agricultura y  tenían su propia tecnología, y además, manifestaban su cosmovisión a través del arte rupestre. Pero sí hay una diferencia marcada entre antes y después del Padre Kino: desde la organización socioeconómica, hasta  la manera de concebir el mundo por medio de la religión católica, se advierte cómo su obra está presente hasta el día de hoy.  Y qué decir de la arquitectura, no sólo las construcciones de los templos, sino la misma organización espacial de las construcciones habitacionales, que son parte de ese legado misional.

 

Eso sí, nuestra cultura forma parte de un proceso de transculturación, porque no se puede negar que si bien es cierto que somos producto de un proceso de asimilación occidental, este se dio como transculturación, es decir, nuestra cultura actual es el producto de la obra del padre Kino más la mezcla de elementos autóctonos indígenas. Hoy en día vemos cómo nuestra cultura está llena de sus enseñanzas, de su obra: desde la figura del vaquero, representando a la ganadería, hasta el  vía crucis de Semana Santa, que evidencia la religiosidad popular, se da cuenta de la aportación de Eusebio Francisco Kino en uno de los pueblos que él fundó hace más de tres siglos: Ímuris.

 

Por Pamela del Carmen Corella

Litografía de Ímuris en el siglo XIX.  Colección particular de Pamela del Carmen Corella.

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Sobre el autor

Pamela del Carmen Corella es licenciada en Historia por la Universidad de Sonora y desde 2001 cronista oficial del municipio de Ímuris.

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20 comentarios

  1. Hay mucho más que quesadillas… ojalá pronto escribas algo sobre Terrenate 🙂 va el texto de Kino sobre los Imuritenses:
    «Con este aviso del padre visitador, luego aquel mismo día [16 de marzo de 1687?] entramos al poniente y a las diez leguas de camino hallamos el muy buen puesto de Caborica, con gente afable, que por orden del padre visitador le pusimos de san Ignacio, y tomando la vuelta por el norte hallamos otro buen puesto, con bastante gente dócil y doméstica, que le pusimos san José de los Hímuris, y al oriente otro también de indios laboríos, que le pusimos de Nuestra Señora de los Remedios, distante al norte de Nuestra Señora de los Dolores 7 leguas; y en todas partes recibieron con amor la palabra de Dios para el remedio de su eterna salvación.»

    Favores Celestiales. Libro 1, Cap. 4

    1. Hola Rene Cordova. Si, espero poder compartir un poco mas por este medio. En Terrenate hay mucha historia, sobresale el personaje de José Eduardo Pierson y el sitio arqueológico del cerro de la cruz, el cual es el segundo mas grande en el noroeste de México y suroeste de EUA en cantidad de trincheras. Respecto a la fecha, por tradición se celebra ese día por ser el del santo patrono y por ser el día que algunos investigadores mencionan. En una de las obras de Kino se menciona ese dia tambien, pero cabe mencionar que estoy en esa línea de trabajo dado qe además de la fecha esta la cuestión del nombre; hay quienes dicen que es San José de Imeris(Francisco R. Almada) otros ponen San José de Himeris y otros San José de los Himeris… es un tema que esta en proceso de investigación y que con gusto compartiré los resultados obtenidos más adelante. Gracias por sus comentarios!!!

      1. Hola Pamela me interesa saber mas de la historia del cerro de la cruz, ahora en semana santa lo subì y es muy interesante conocer la historia de ese lugar… Gracias

        1. Hola Veronica
          Eres de Terrenate? El cerro de la cruz es un sitio arqueológico muy importante, ya que por la cantidad de trincheras o terrazas es el segundo mas grande del noroeste de México. Las evidencias materiales nos hablan de que fue un centro poblacional grande en la época prehispánica. Puedes encontrar más información en el libro Imuris voces de mi pueblo. Me da gusto que exista interés por conocer más acerca de nuestros antepasados y su legado. Gracias y saludos

          1. Donde podemos conseguir el libro Imuris Voces de mi Pueblo?
            Gracias por darnos a cocer parte de nuestra cultura,

  2. Me gusto tu texto, sobre todo por que Ímuris no solo es mucho más que quesadillas, es la construcción de una Misión construída por el padre Kino, y que fue destruída por los Pimas y luego vuelta a construir. Es el lugar del río Bambuto que se forma desde Nogales y el Babásac que nace por Cananea; de gente tan entusiasta como Pina Romero quien me concedió una entrevista sobre Narjot, y de un lugar próspero con los vestigios de la iglesia de Cocóspera, única en su tipo y esperemos que nunca desaparezca.

    1. Que bien que haya sido de su gusto este texto. Pina es mi mamá, de quien he aprendido mucho. Y ademas de Narjot y Cocóspera existen muchos personajes importantes e interesantes que ojala haya oportunidad de difundir en este medio. Gracias y saludos

      1. Pues esperaremos muchas más artículos tuyos Pamela, porque ya me dí cuenta que eres bastante leída debido a la amenidad de tus artículos de corte histórico

  3. Qué gusto encontrar textos como éste, que nos ayuden a los sonorenses a (querer) conocer un poco más nuestra historia. Gracias, Pamela. Ojalá podamos leerte más por aquí.

    1. Hola Alejandra
      Si, espero poder participar más en este espacio. Esperemos la invitación jajaja. Gracias por tus comentarios y estoy a tus órdenes. Saludos

  4. «Al igual que la historia de la mayoría de nuestros municipios sonorenses, llega el momento del contacto del conquistador con el conquistado: las “fundaciones” con la espada y la cruz.» Sonora y la península de Baja California comparten este común denominador, aunque los más puristas y conservadores lo nieguen. Me encantó su texto, aprendí bastantes cosas que desconocía acerca de Ímuris y su historia. Saludos desde BCS.

    1. Hola
      Gracias por sus comentario. Si, compartimos mucho de nuestra historia por ser estados vecinos. La cuestión de las » fundaciones» de nuestros municipios es algo polémico; se podría decir o tratar como «el registro de las poblaciones a la corona española» como diría una compañera cronista, o bien «el inicio del proceso de conquista»… sin embargo es el término más utilizado para una comprensión general y esto es por varias razones; pero independientemente de cómo se nombre, me interesa rescatar que antes de esa «fundación» ya había un centro poblacional organizado y «fundado»en otros términos… es un tema bastante interesante que entra en el terreno teórico y conceptual de la Historia. Seguiré en proceso de investigación ya que incluso el hacer estos comentarios debe sustentenarse un poco más de lo que expuesto y confieso no ser especialista, pero hay quienes si lo son y con ellos me asesoraré para poder desarrollar más este debate que en lo personal siempre me ha interesado. Saludos

  5. Pamela del Carmen Corella
    Hola estoy muy interesada en contactarte. Vivo en la CDMX Soy Nieta de Guadalupe Corella Narjot, hija de Carlota Narjoy y Rafael Q. Corella. Me interesa la historia de Imuris y me gustaría armar el árbol genalogico de la familia. Si eres familiar porfa contáctame para que podamos armar dicho árbol.

    1. Hola Lorena. Si soy familiar. Que gusto que te contactes. Tengo un libro con algunas partes de la historia de Imuris y ahí hay una sección biográfica en donde hay información de la familia Corella. Mi mamá y yo estamos trabajando en la genealogía desde hace tiempo, hasta nos contactamos con autoridades de Corella España para ver si nuestras raíces son de ese lugar… te puedo mandar informacióne las biografias por correo si gustas. Mi correo es pamelaco78@gmail.com me puedes enviar un correo y te lo regreso con información. Igual te pido que si tienes información que pueda enriquecer lo poco que tenemos, nos la proporciones por favor y nos ponemos de acuerdo para ver que podemos hacer en conjunto. Saludos a toda tu familia. Mi celular es 6622 04 35 14

  6. Gracias Pamela por publicar cronicas de imuris Sonora que tambien es mi pueblo toda via hay mucho que no sabe de imuris por ejemplo que mi abuelo salvo un tren pasagero hace muchos anos pero es una historia muy larga.

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