La danza de Ian Kaler y mi sopa de tortilla

Hermosillo, Son.-

Anoche fui a la danza y estuvo uff, como cierta sopa de tortilla que alguien me prometió. Como la sopa, quiero pensar, la presentación de Ian Kaler fue de menos a más, de «bien» a «muy bien» y de ahí a «salí extasiado». La Lola, mi fortuita compañera de butaca, me dijo a la salida que ella no podría ser crítica de danza contemporánea por no entender su lenguaje. Y cómo lo vas a entender si no apagas el chingado celular, le quise responder, pero yo seguía más feliz que indignado.

– Es que es mejor venir a sentir, añadió ella misma

– Exacto. Justo eso es lo que pienso escribir mañana, reviré con aires de suficiencia

Ian Kaler no es el nombre de la compañía o colectivo sino del coreógrafo e intérprete que desde la tierra de la Bausch (la multiculti Deutschland) nos trae ‘Incipient Futures’, de la serie o.T., obra en tres movimientos (quizá cuatro, recordando que uno va a sentir, no a inteligir) que interpretan Stephan ‘el Peeps’ Moun -vaya negro- y el propio Ian Kaler, acompañados de doce elementos más entre artistas varios y miembros de la producción.

Danza la hay y música viva también. El graderío en círculo favorece no sólo la isóptica sino la integración toda, misma que alcanza el cenit con el aplauso convocado, que no el del cierre, el cual será irremediablemente largo y estruendoso. Lo tribal y lo contempo se fundirán en tu cabeza. Te pondrás en movimiento. Ahí sobre las tablas, ahí sobre tus nalgas. Puro chuki, traes todo el fua, se te sale el ghost.

Y bueno, siguiendo la analogía de la sopa (me la debes), lo de anoche supone un delicioso aperitivo para la edición 25 de Un desierto para la danza, que arranca en forma el próximo 21 de abril en el Teatro de la Ciudad. Producciones La Lágrima funge como anfitriona del evento, celebrando así sus 20 primaveras. De modo que 20, 21 y 25 parecen buenos números; ya veremos. Por lo pronto, Ian Kaler fue la onda y lo será esta noche cuando repita coreo en el mismo lugar y a la misma hora. Vayan y disfruten. Después se chutan una sopa.

Texto y fotografía por Benjamín Alonso

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