El mundo, para bien y para mal, ha cambiado. Lo que no hace mucho tiempo era motivo de escarnio, horror, repugnancia y discriminación ahora ha conquistado el terreno de lo “políticamente correcto”, en nombre de la tolerancia, la equidad y la inclusión.

Antes eran monstruos. Hoy desfilan en sus atuendos más conspicuos en absoluta libertad. Y hay quienes sienten orgullo por ello. Aunque la mayoría solo se divierte.

En su tercera entrega Hotel Transylvania, 3: Monstruos de Vacaciones (Genddy Tartakovsky, 2018) vuelve a recurrir al universo del terror para rescatar criaturas espantosas y reimaginarlas en el contexto de la comedia. Sin embargo, en esta ocasión, subraya la diversidad y el derecho de quienes se sienten distintos para vivir sin mayores consecuencias.

Además, la película cuenta con un soundtrack muy atractivo y suculento, listo para la próxima fiesta de Halloween.

Ya conocíamos a Drácula (en la voz de Germán Fabregat) como un padre celoso. Ahora lo veremos en su faceta de galán torpe e hilarante. Su hija Mavis (doblada por Violeta Isfel), al suponer que su vampiro ancestro sufre de estrés laboral, decide embarcar a todos los engendros en un crucero monster friendly cuyo tour desemboca en la Atlántida, la ciudad “perdida”.

Tartakovsky, creador de la estupenda animación de TV, El laboratorio de Dexter (1996-2003), no siente remordimiento alguno al propinar varios golpes de postmodernidad fulminantes hacia venerables mitos de lo oculto y sobrenatural.

Las ocurrencias han sido montadas a velocidad vertiginosa. Desde un aeroplano piloteado por gremlins, hasta una versión deliciosa del Kraken, transformado en animador gigantesco al estilo de Las Vegas.

El argumento principal es una historia de amor y odio. El enamoramiento está a cargo de Ericka (interpretada por Galilea Montijo), la capitana del crucero. Y el odio, por supuesto, le pertenece al legendario Abraham Van Helsing (en la divertida voz de Pedrito Sola) quien, como bien se sabe, es incansable cazador de vampiros.

¿Cómo logró Van Helsing en Hotel Transylvania, 3: Monstruos de Vacaciones, vencer a la muerte y llevar más allá del tiempo su aborrecimiento y ojeriza? Ya lo verán.

Los pasajeros en el crucero incluyen a Frankenstein (Mauricio Castillo), la Momia (Enrique Cervantes), el Chupacabras (Jaime Camil) y a Vlad, el padre de Drácula (en la voz de Ignacio López Tarso).

Hotel Transylvania, 3: Monstruos de Vacaciones no deja títere con cabeza. Presenta una visión singular del triángulo de las bermudas, retoza con un volcán submarino y, sobre todo, presenta a la Atlántida como el paraíso del juego, el hedonismo y el entretenimiento.

Imposible dejar de reirse.

La batalla entre monstruos y humanos ha trascendido al campo de la pasión y el honor. Y de nuevo se demuestra que solo es necesaria la voluntad de un líder para acabar con la inquina de los enemigos. Sin dolor, no hay ganador.

Las otrora espantosas criaturas saben como parrandear. Las pistas musicales elegidas para Hotel Transylvania, 3: Monstruos de Vacaciones, dan cuenta de esto. ¿Sabían que hay ritmos del mal y del bien? Prepárense para conocer el playlist que puede resolver el apocalipsis. ¡Hey, Macarena!

La trilogía de Hotel Transylvania ha recuperado el espacio cómico labrado, desde el cine por Abbot y Costello contra Frankenstein (Charles Barton, 1948), las películas de Viruta y Capulina y las extraordinarias series de TV Los Locos Addams (1964-1966) y La Familia Monster (1964-1966).

Y en el género de animación, es el esfuerzo mejor logrado.

La paleta de colores empleada en Hotel Transylvania, 3: Monstruos de Vacaciones, sin duda resultará atractiva para los más chicos. Mientras, los más grandes, descubriremos referencias a cintas del pasado desde ángulos ingeniosos.

Es verdad. Hotel Transylvania, 3: Monstruos de Vacaciones, es la mejor de la serie. Esto es suficiente para asegurar que debe ser la elección preferente a la hora de llevar a nuestros pequeños engendros al cine. Todos se van a divertir. Eso es definitivo.

Y no. No hay referencia alguna a Titanic (James Cameron, 1997).

Lo que sí existe es una secuencia animada para los créditos finales donde Gendy Tartakovsky recupera su pulso.

Es ese estilo muy de los 50’s en el siglo pasado. La escuela de Zagreb (https://www.youtube.com/watch?time_continue=38&v=63eABBbDcNU), la UPA (https://www.youtube.com/watch?v=adaTThkz3Z0) y el diseño publicitario de aquel entonces.

Magnífico.

Por Horacio Vidal

Sobre el autor

Horacio Vidal (Hermosillo, 1964 ) es publicista y crítico de cine. Actualmente participa en Z93 FM, en la emisión Café 93 con una reseña cinematográfica semanal, así como en Stereo100.3 FM, con crítica de cine y recomendación de lectura. En esa misma estación, todos los sábados de 11:00 A.M. a 1:00 P.M., produce y conduce Cinema 100, el único -dicen- programa en la radio comercial en México especializado en la música de cine. Aparece también en ¡Qué gusto!, de Televisa Sonora.

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2 comentarios

  1. Perdón…

    ¿Para qué pierdes el tiempo reseñando películas irreseñables? ¿Es el precio para que te dejen entrar al cine gratis todo el año?

    ¿Es de veras un oficio reseñar películas para niños que no leen reseñas? ¿Para adolescentes que no leen reseñas?

    La anterior fue sobre el Hombre Hormiga o algo así. No es que las haya leído ninguna de las dos. Me parece increíble.

    El solo hecho de publicar este tipo de reseñas es un ofensivo intento de hacernos perder el tiempo… leyéndolas. Por fortuna, no creo que haya quien lo haga.

    Pero tan respetable es que las escribas como respetable es que no las leamos. Por piedad.

    Tu sección está casi a la misma altura, esto es, falta de altura, que la sección que le dedican al Congreso del Estado… Jamás he visto que alguien comente las imposibles inteligencias emanadas de los reportes de las actividades del Congreso del Estado: O nadie les cree una puta idea de lo que hablan, o lo que hablan son viles pendejadas o los que estamos muy mal somos nosotros que no les contestamos con dos dedos de frente y argumentos con mínimos contrapuntos lógicos y callarles el hocico de sus democratizadoras y transparentadoras hipocresías…

    Ojalá y les bajen el suelto a todos los legisladores del país hasta en un setenta por ciento para que desde su corazón se desgarre el Diosito que todos llevan dentro en forma de virreyes de la sangre azul, se dejen de chingaderas y de privilegios y se pongan a trabajar como todos lo hacemos… con dignidad, con capacidad y con lo justo y necesario que les alcance para vivir dignamente y no se pasen el trienio con el dilema estúpido si quieren pasar el fin de semana en San Diego o Las Vegas… bola de cerdos hedonistas incultos e ignorantes.

    Tú siguele, Horacio. Vas camino de la posteridad intelectual. Pídele una beca al Instituto Sonorense de Cultura en la categoría de creadores con trayectoria.

    No te ofendas. Tú te ofendes solo enlodando y rebajando los espacios adonde acuden mentes expectantes de mejores lecturas, mejores contenidos. Ahórrate el sesudo ejercicio.

    1. Gracias por tus comentarios. Esta es, por el momento, la cartelera actual en la ciudad. Es temporada de verano y la mayoría de los estrenos son oportunidad de entretenimiento para todos. La verdad yo he coincidido en las salas de cine, durante estas semanas, con personas de comprobada inteligencia y espíritu crítico. Y nos reimos de las cintas disponibles. Como comento, es lo que hay. Y, no, no me ofendo, ¿como crees? Lamento no estar a la altura de tus expectativas, en esta ocasión. Eso sí, muchas gracias por considerarme en el «camino de la posteridad intelectual». Te recuerdo que, en todo caso, esta se consigue contemplando y reaccionando, de manera crítica y propositiva, a todas las manifestaciones de cultura. Te agradezco, de manera infinita, que me hayas hecho recordar a Carlos Fuentes cuando aseguraba: «al final todas son buenas películas». SALUDOS Y NOS VEMOS EN EL CINE.

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