Benjamín Alonso RascónHermosillo, Sonora.-
En un hecho que recuerda la noche del 10 de mayo de 1933, cuando el Tercer Reich de Adolf Hitler prendió fuego a cientos o miles de libros contrarios a su doctrina, la historiadora Carmen Bojórquez ha propuesto la quema de títulos de Mario Vargas Llosa, luego de las críticas declaraciones que el peruano hiciese a ya saben quién: “Yo espero que no gane, creo que sería un retroceso para el país”. (El Economista, 28 de febrero de 2018).
El llamado -o consulta, según se vea- lo hizo la hermosillense la tarde de ayer desde su cuenta de Facebook, esgrimiendo que el nobel anda de «metiche». Pa’ pronto, la investigadora de la Universidad de Sonora y enjundiosa activista pro Río Sonora, Reyna Castro Longoria, inquirió dónde sería la quema.
De su lado, el licenciado Miguel Angel Avilés, conocido crítico del líder de Morena en la localidad, preguntó «si era en serio» (esa formulita de moda). Acto seguido, recordó la negra noche en la que el Nationalsozialistischer Deutscher Studentenbund dirigó en la Alemania nazi la quema pública de libros «de aquellos autores que habían sido condenados al ostracismo», acotó el también escritor, quien usó como referencia una entrada de Wikipedia pero sin citar, as usual.
Minutos después, Bojórquez reviró con astucia: «Tú sabes que no es ese el contexto. Y sí de protesta. ¡Muy legítima por cierto!». Le siguió Norma Elvira Castro: «Sí se merece que quememos sus libros, pero vivimos en un país donde aún no lo entenderían». Con sobrado colmillo, Bojórquez añadiría: «Muchos no entienden el gran significado (que) como protesta pública tiene la quema de libros. Somos algo santurrones al respecto».
Y eso, opina este reportero, es muy cierto. Tanto así que la autora del post se vio obligada a «tumbarlo», pues la mañana de este viernes no apareció más en su muro. Felizmente, Crónica Sonora tiene en su haber una serie de screenshots. Confórmense con un par. No sean metiches.
Por Benjamín Alonso
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