Hermosillo, Sonora.-

Desde la que vi por primera vez el espectacular del Tecate Sonoro y advertí que estarían El David Aguilar y Caloncho cantando juntos, pensé: “A este concierto sí tengo que ir”. Así que me propuse ser parte de uno de los eventos musicales multitudinario de nuestro querido y azotado Hermosillo.

Siempre he pensado que si la reencarnación existiera, de seguro en una de mis vidas anteriores fui promotora musical o algo así. Algunos amigos y amigas me han comentado que tengo un gusto particular de la música, así mismo he tenido algunos intentos frustrados por desarrollar habilidades artísticas aprendiendo a tocar la guitarra, tomando clases de piano, e incluso mi fugaz trayectoria como miembro de una banda de Ciudad Obregón llamada Etnoise, grupo que rondaba en un estilo étnico y hardcore. La banda duró bastante tiempo después de que yo desertara por mis estudios. Y mi muy particular gusto consiste en tener una tendencia por las bandas locales e independientes, pues he visto crecer y dar grandes frutos a muchas de ellas. 

En fin, se acercaba el día del concierto y aun no tenía asegurada mi entrada, tenía una posibilidad de ingresar como prensa por parte de Crónica Sonora, pero una semana antes no había confirmación. Pensaba que en última instancia desembolsaría “simbólicos ochocientos pesitos”, total, el ir a ver a “mis dos novios” cantando y tocando juntos lo valen jaja. No obstante, varias vicisitudes llegaron a mi vida semanas y meses previos al tan mencionado concierto. 

Alguna me reservaré por privacidad, pero el día jueves previo al concierto sucedió un feminicidio mas en Hermosillo: Raquel Padilla, una historiadora, escritora y promotora de los derechos indígenas había sido asesinada de manera brutal por su pareja -según las autoridades y medios- en Ures, Sonora, en la casa a la que ella bautizó como La Loretana. Me quedé con un nudo en la garganta y otro en el corazón al enterarme de esta terrible noticia. No la conocí personalmente pero hace años leí uno de sus libros, Irredentos parias, y desde entonces supe que era una mujer sumamente inteligente y brillante en su profesión. Empezaba a aparecer en los medios locales, nacionales e internacionales. 

Mis ánimos por ir al concierto iban en declive, aun al enterarme de que ya tenia confirmada mi acreditación. Sin embargo, las cosas se fueron prestando solas: mi pase asegurado al concierto, la niñera disponible para la bendición y hasta el raite y compañía de lujo desde casa al lugar del evento. 

Ya estando allí, en la puerta de entrada, pensé: “Y ahora qué hago, debo escribir algo para la página”. Mis nervios se hicieron presentes pero ya luego me dejé llevar por el calor de una cerveza bien fría y la música en vivo de los primeros artistas. Se llegaron las 5:00 pm, hora en la que se presentarían los susodichos, ahora llamados Vacación. Por cuestiones de logística, digámoslo así, no pude estar en la barricada con la prensa y cerca del escenario, pero me conformé con presenciar junto al público el tan esperado espectáculo musical, dejándome llevar por los ritmos sabrosones de este buen par.

Iniciaron con la canción “Nieve de arrayán”, una rola la que ellos hacen referencia como un homenaje a la canción mexicana y la vida de pueblo. Lamentablemente no tocaron mi favorita de Caloncho, la de “Palmar”, canción que me traslada en automático a la playa, en bikini, y saboreando una deliciosa agua de malta. Tampoco se oyó “A la ventana, Carolina”, del David Aguilar, canción con la que me prendí de su música pues el mensaje de la letra me resulta inspirador. Pero bueno, pensé, “esto lo compenso siendo parte de la rueda de prensa”, la cual se tuvo lugar después de su participación en el escenario, a las 18:15 para ser exactos. 

Una vez iniciada la rueda de prensa me invadió un tipo de sentimiento que no puedo describir. Había pensado en hacer distintos tipos de preguntas pero ya estando allí solo pensaba en el feminicidio de Raquel Padilla y el nudo en mi garganta y en mi corazón se hicieron presentes de nuevo. ¿Cómo puedo preguntar algo que se relacione con ese acontecimiento?, pensé, aquí la gente viene a divertirse y a pasarlo bien. Pero luego, otra voz en mi mente aseveró: “La música también sirve para hacer historia y contribuir a la sociedad”. Pensado esto me posicioné del micrófono y solté mi pregunta:

-Dado que una buena parte del público que disfruta de su obra musical es femenino y que actualmente la comunidad hermosillense está azotada por el más reciente y trágico feminicidio de Raquel Padilla Ramos, mujer sonorense, escritora e historiadora  y promotora de los derechos indígenas, ¿qué mensaje le darían a su publico y a la comunidad hermosillense?

David Aguilar respondió que están en contra de la apología de la violencia, que los feminicidios son un problema muy serio en este país, y añadió:

-El mensaje que daríamos seria que lo que tratamos de transmitir con nuestras canciones es el amor y con eso contribuir en algo, con alternativas del uso de la inspiración, que es de lo que se trata la música. Hablando por los dos, puedo decir que los feminicidios son un tema que nos apena mucho y nos parece algo terrible. 

También dijo que “los medios son una parte importante de este asunto, ya que muchas veces se hace una reproducción de la violencia a través de películas, series de television y programas que siembran micromachismos que contribuyen a este problema social”.

Salí de ahí un tanto esperanzada, aunque no cesa mi dolor por la familia y amigos de Raquel, que sin duda nos deja un gran legado intelectual y humano. Pero también, el horrible acontecimiento nos deja a las mujeres una reflexión sobre las relaciones que establecemos con el género masculino. Es muy desolador ver que los feminicidios están a la orden del día y que es un fenómeno que no respeta estatus sociales ni niveles educativos. 

Que en paz descanse Raquel Padilla Ramos. #Niunamas

Por Santa López

Fotografía del concierto por Santa López. Fotografía de rueda de prensa por Benjamín Alonso

Aguilar responde a López

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Sobre el autor

Licenciada en Educación Especial

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2 comentarios

  1. Muy bueno tu relato. Ese dia y los que sucedieron. Me anduve preguntando. Que fue el detonante que hizo a su compañero asesinarla? Celos? Drogas? Porque lei en un articulo que ella escribió no hace mucho, dónde mostraba su preocupación porque en esa tribu rodaba mucha droga. La cuestión es de que nos deja tristes y sin respuestas. Ya dejando de lado mis intentos de Sherlocholmes a la mexicana. Aun sigo pensando que el amor mueve el mundo y que el odio, lo aniquila. Un abrazo mi Tita Camotita.

    1. Gracias por tu comentario Aurorix. Al parecer fue por celos,segun una nota que leí, un motivo muy «simple» y algo que tenemos muy normalizado en nuestra sociedad, comportamiento posesivo muy común en las relaciones de pareja.

      Un abrazo de vuelta.

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