Claudia Landavazo​ vuelve al Desierto y, ni modo, vuelve a Crónica 😉

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Estoy en Hermosillo, otra vez asistiendo al Desierto para la Danza y otra vez colaborando en Crónica Sonora.

La tarde de ayer Sleepwalk Collective (España-Reino Unido) presentó El entretenimiento, un dispositivo teatral que me llevó a una experiencia corporal de amplio margen de desplazamiento a través de los sentidos durante una hora. En un aislamiento sonoro compartí con otros cuerpos dispuestos en el espacio, aislados también, un acompañamiento desde la certeza invisible de saber que otros como yo están ahí.

Dejándonos llevar por las indicaciones de una especie de porno-aeromoza que se hacía visible a ratos, incitándonos a ceder, a dejarnos seducir , recordándonos la posibilidad y la necesidad contundente de evasión ante el aburrimiento y el vacío de nuestras vidas allá afuera, viajamos de las funciones más básicas y menos conscientes de nuestros cuerpos: la acción de respirar, los latidos del corazón, el fluir de la sangre, pasando por la experiencia colectiva de compartir entre todos el aire en esa pequeña sala, la temperatura, los olores, los sabores de esas respiraciones.

Una metáfora contundente del capitalismo contemporáneo, un cuestionamiento de nuestro rol de espectadores ante las realidades que nos son impuestas, una propuesta de resistencia desde el cuerpo, para imaginar una realidad más cercana a lo que quisiéramos de nuestras vidas. “Esto no es real, pero el cuerpo no lo sabe”, nos recordaba el personaje constantemente.

«Imagina que este teatro solo existe en tu cabeza, imagina que tu cuerpo está en otro sitio pensándote aquí»…

Me sumergí en el mar , vi las luces y los colores adentro de las olas, mi piel se fundió con la arena, la voz de la mujer en escena, que al principio era ajena, se integraba a mis pensamientos hasta sentir que era mi propia voz, para después impactarme y desconcertarme hasta la médula de mis huesos cuando esa voz, transformándose poco a poco en una potente y casi terrorífica voz masculina dice mi nombre:

“Claudia, Claudia… tómame del cuello con tus manos, quiero sentirte adentro de mí”…

Palabras más , palabras menos, casi me levanto de mi silla para preguntar qué estaba pasando. Como si un ácido estuviera explotando en mi cuerpo, por unos segundos el dispositivo teatral replicó al cien por ciento esos instantes vividos al despertar de un sueño sin salir por completo de él, un sueño en el que yo sabía que era parte de otro sueño del ser mujer-niña-hombre que estaba ante mis ojos, que yo sabía que era una actriz y que había una cabina de sonido y otra persona generando esos efectos, que la Claudia mencionada seguramente no era yo, que lo que estaba viviendo no era REAL, pero a mi cuerpo eso no le importó.

¿Qué vienes a buscar aquí?  Fue una de las primeras preguntas lanzadas por la mujer a la audiencia. Si esa es una analogía acerca de qué voy a buscar cuando voy al teatro, eso que viví es mi respuesta y Sleepwalk Collective me lo regaló.

Por Claudia Landavazo

El entretenimiento se presenta de nuevo esta tarde, mismo foro, misma hora: Teatro Íntimo de Casa de la Cultura, 18 horas.

Sobre el autor

Claudia Landavazo vive en la Ciudad de México y es egresada de la carrera de Letras de la UNISON. Bailarina y coreógrafa de danza contemporánea, actriz de vez en cuando y se dedica desde hace algunos años a dar clases y al trabajo en comunidades y grupos vulnerables a través de la danza. Forma parte de CARPA Colectivo, donde desarrolla la metodología en Artes de Participación.

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