«Fernando, ¿qué hace para no perder la sencillez?». Entrevista al Toro de Etchouaquila

Otra exclusiva de altura de Cipriano Durazo para Crónica Sonora 😀

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Hermosillo, Sonora.-

Un día de tantos en este mes de octubre, tenía la férrea voluntad de buscar un lugar sabroso para comer en el Centro Histórico de Hermosillo. Entre el rugido de tripas y el deseo de ver qué casas se están rescatando o cuáles se están cayendo con todo y adobes, me acordé que por la calle Juárez casi esquina con Serdán vivía una amiga de mi madre, doña Elsa Romero, que hacía galletitas para las bodas de la gente “fifí” del Hermosillo viejo. Cuál fue mi sorpresa, que encontré la casa perfectamente restaurada y decidí entrar para ver qué era ahora. Al llegar me recibió un agradable aroma a carne molida con frijoles, y del hambre llegué gritando:

-¿Quién atiende en este lugar, que huele muy sabroso y quiero comer?

En eso salió un joven como de dos metros de altura, vestido de pelotero y me dice:

-Aquí no es restaurant, ahorita es el Club de los Tigres de Quintana Roo.

-¡Ay sí!, le digo, nomás falta que me digas que el señor de enfrente que está comiendo con los demás es el Toro Valenzuela.

-Pues sí, me dice, y es la hora de la comida de todos nosotros, además, ¿qué buscas aquí?

-Pues viendo que no es restaurant, y que allá enfrente está el mismísimo Fernando Valenzuela, pues le quiero hacer una entrevista.

En eso me acercó a la mesa donde está el rey de Etchohuaquila, le acercan un suculento platillo de carne, arroz y frijoles, y las tripas mías a todo lo que dan, así es que mientras le acercaban el tupperware de hielo seco, pregunto:

-¿Qué hace para no perder la sencillez que lo caracteriza?

-Yo creo que antes que nada, saber de dónde vienes, y realmente eso ayuda mucho a concentrarse en lo que es el juego, no solamente en el estadio sino fuera de él; y de hecho, en el mismo parque en el que estás jugando tienes que concentrarte, y buscar el futuro, porque es lo más importante y eso te va a ayudar a permanecer con los pies en la tierra.

Seguía salivando al ver la comida, pero el Toro muy amablemente no empezaba a degustar sus alimentos hasta terminar la charla que tenía conmigo.

-Y ya para dejarlo comer, mi buen Fernando, ¿qué hay que hacer para ser feliz y tener éxito al mismo tiempo?

– Yo creo que es como todo, la familia es muy importante en cualquier trabajo, en cualquier deporte, si tienes todo ese apoyo de la familia vas a ser siempre feliz, y además estás en los que te gusta hacer, que es el deporte, y yo creo que esa es la fórmula, combinar las dos cosas para que todo salga bien.

-¿Algo que usted quiera agregar, Toro?

-No, nada más saludar a toda la gente, y yo creo que todos los muchachos que están aquí tienen la oportunidad de lograr algo en este deporte, y ojalá sigan adelante, sigan por donde quieren llegar y yo creo que es un sacrificio bastante difícil pero al final se puede ver el éxito.

-¿Tiene su recompensa?

-Yo creo que sí, eso es lo más importante de que si pasas todo eso, lo que es el sacrificio de muchas partes, más la familia y todo eso, yo creo que al final vas a tener la recompensa.

-Pues muchas gracias.

-Ándele pues.

En eso me retiro del lugar, los dejo comiendo y me digo a mi mismo: “A la otra te traes lonche, porque no es onda andarte metiendo en todas partes para ver si es restaurante o no, y encima casi te auto invitas”.

FIN

Texto y fotografía por Cipriano Durazo Robles

NOTA DEL EDITOR: Próximamente, "Visita al reino de Etchohuaquila". Sólo aquí, en Crónica Sonora.