Hermosillo, Sonora.-

Siempre me ha preocupado mucho el calentamiento global y las investigaciones químicas de avanzada. Por eso el día que me enteré sobre una plática del premio Nobel de Química, para hoy viernes aquí en Hermosillo, no lo pensé dos veces. El problema era que su charla venía engarzada en el evento de un candidato presidencial, de tal forma que tenía que implementar una estrategia para poder hablar con él y expresarle mi preocupación del porqué hay cierta gente que no cree en dicho calentamiento.

El lugar estaba lleno de políticos, se tomaban la foto unos a otros y se aplaudían. Yo no entendía nada, me sentía un tanto “engentado”, sólo les expresé a los encargados de seguridad que quería hablar personalmente con Mario Molina, el premio Nobel de Química, y me dijeron:

– Pero es que su plática es complementaria a la del candidato

– Sí, pero yo no vine a hacer política sino a expresarle mi preocupación por el adelantamiento del Reloj del Apocalipsis

– ¿Y qué es eso?

– Es un reloj hecho por la Junta Directiva del Boletín de Científicos Académicos de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, para alertar al mundo de la problemática de una guerra nuclear y del cambio climático.

– O sea que usted es un intelectual

– Así es

– ¿Y no le interesa la política?

– A mí me interesa la conciencia humana, el interés de la población por promover cosas novedosas y que salgan bien, el desarrollo humano y científico en su máxima potencia para mejorar a este mundo

– Caray, deme chansa* y hablo con su asistente

El asistente, un joven alto de espejuelos redondos, sale y me dice:

– ¿Quieres hablar con el ingeniero?

– Claro

– Espérame, ahora te lo traigo porque te veo muy preocupado

En eso sale el ingeniero y me dice: ¿Usted es el joven del calentamiento global?

– Sí, le digo, tengo una preocupación, ¿por qué hay gente que no cree en el calentamiento global?

– Eso es una ignominia, el calentamiento global existe porque hay ya toda una serie de investigaciones científicas que lo avalan, es un absurdo pensar que no existe.

– Es que también me preocupa lo del Reloj del Apocalipsis

– Eso es una simulación, no te debes de echar esas preocupaciones a cuestas, vive tu vida y lucha por tus ideales, que por lo que veo son muy fuertes. Sale, te dejo porque me tengo que ir al baño.

Lo espero al salir del baño y me dice:

– ¿Todavía estás aquí?

– Sí, es que quiero tomarme una foto con usted

– Pues tómala (y le hace un guiño a sus asistente para que él lo haga).

– Muchas gracias, ingeniero, me siento muy feliz por este encuentro

– Qué bueno, pero ya no te eches problemas que no te tocan, más bien divulga el problema del medio ambiente y el no cuidarlo, y realmente así ayudarás mucho

Salgo con un peso menos de encima después de esa plática. Atrás dejo a los políticos, a los de seguridad, a la chaviza que venía con el candidato, a los reporteros de la fuente política, a todos los que -a diferencia mía- no estaban pensando en el cambio climático como una realidad. No tenían la ansiedad mía, pero sí la enorme ambición de escalar un cargo político, en una idea de estatus más que de colaboracionismo con el planeta, como lo hacía un idealista como yo.

Por Cipriano Durazo Robles

Mario Molina -de corbata- y Cipriano Durazo retratados por el asistente del Nobel (cuyo nombre desconocemos)

* «Chansa» equivale al chance del inglés

Mario José Molina y Henríquez nació en la Ciudad de México el 19 de Marzo de 1943. Ganó el premio Nobel de Química en 1995 y es destacado por ser uno de los descubridores de las causas del agujero del ozono antártico. Junto a Paul J Crutzen y F. Sherwood Rowland recibió el Nobel por su papel para la dilucidación de la amenaza a la capa de ozono por parte de los gases clorofluorocarbonos. (nota del autor).

Sobre el autor

Cipriano Durazo Robles es Licenciado en Periodismo por la Universidad Kino y Presidente de la Sociedad Amigos del Museo de Historia de la Universidad de Sonora. Articulista de radio y medios digitales. Se desempeña como dictaminador sanitario de la publicidad en COESPRISSON (Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora).

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16 comentarios

  1. Felicidades Cipriano, concisa, precisa y sustanciosa la entrevista. No todos tienen el gusto y la satisfacción de concretar sus propósitos. Tu lo lograste y con un excelente consejo de un gran Nóbel .

  2. Excelente entrevista Cipriano, ojalá y que más gente como tú se preocupara por el futuro , hay que cuidar a nuestro medio ambiente, soy tu admiradora!!!!

  3. Cipriano, a mí, a diferencia de los comentaristas que me preceden, me dio la impresión que te quedaste corto y que pudiste haberle hecho al Nobel una verdadera entrevista (perdón, pero es que pareció que ibas simplemente a saludarlo), insistiendo con ingenio y audacia en tu objetivo. De hecho, creo que el estilo abierto y amable de Mario Molina se prestaba para lograr una entrevista franca y sustanciosa. Aprovechando, ¿pudieras explicar un poco más lo del Reloj del Apocalipsis? Alguna noción tengo pero no es firme. Quizás lo pudieras hacer escribiendo un artículo al respecto. Saludos y mucho éxito en tu carrera profesional. PD: mi comentario no quita que me hayas causado una muy buena impresión.Tal vez te intimidó el tamaño de la personalidad del célebre Químico mexicano, o acaso no explicaste en forma suficiente los obstáculos que enfrentaste para realizar tu trabajo.

    1. Estimado Miguel Ortíz, gracias por tu oportuno comentario, cabe destacar que no había tiempo en la agenda para entrevistas formales o de semblanza de hecho casi no tuvo contacto con los medios de comunicación, yo por entrometido logré sacarle unas palabras, pero el no estaba dando entrevistas.
      El Reloj del Apocalipsis, lo que los norteamericanos llaman Doomsday Clock, es un reloj meramente simbólico, establecido a mediados de los años cuarenta, por la Junta directiva del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago en Estados Unidos; donde la media noche representa la destrucción total y catastrófica de la humanidad. En un inicio representaba la analogía con la guerra nuclear del orbe, pero desde hace algún tiempo, incluye cambios climáticos y todo nuevo desarrollo en ciencias que pudiera representar un daño extenso para la humanidad. A caso no es difícil pensar que los humanos por nuestra insensibilidad, por la soberbia o corrupción estamos acabando con nuestros ríos, montañas y planeta en general y eso es realmente lamentable.
      El personaje no me intimidó en lo absoluto, es quizás la soberbia de muchos personajes de poder en el planeta lo que me brinda una gran impotencia al ver su insensibilidad política y humana.

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