Hermosillo, Sonora.-

Cierto día escuché a un millennial  decir que el escritor Miguel Manríquez tenía algo de mesiánico, patriarcal y fifí, y me pareció un disparate, sobre todo porqué lo conozco desde mucho tiempo atrás y sé de su enorme talento y de su gran preparación académica, de tal suerte que se me metió la idea de entrevistarlo para aclarar muchos puntos de vista en torno a este gran personaje de la literatura en el Noroeste de México, lo difícil era encontrar el momento, así es que todos los días vigilaba sus pasos de su casa a una cafetería del centro Histórico de Hermosllo,  y que está rumbo a mi oficina, para  poder obtener algo de sus declaraciones sobre algunos temas candentes de la actualidad, hasta que un día me encuentro a Lorena la dueña de dicho lugar y le digo: “¿No han llegado personajes a tu negocio? Y me responde: sí claro, está el Oso Manríquez me dice.  Y en lo que ella se metió a acomodar su automóvil, abordo a Miguel Manríquez, autor de Lupercalia y Abigael Bohórquez: Pasión, Cicatriz y Relámpago, entre otras grandes obras ,  me acomodo enseguida de él para que pudiera escuchar mejor. Se sorprendió al verme a un lado y  dice:

-¿Qué haces aquí?

-Vengo a entrevistarte 

-Qué bueno que te pusiste cerca porqu no oigo muy bien que digamos. ¿Qué me quieres preguntar?

-¿Cómo ves la cultura en tiempos de la 4t?

R- Creo que el panorama cultural lo podría sintetizar en una sola palabra: dispersión, y se ha estado deconstruyendo todo un aparato institucional para bien o para mal todavía no lo podemos saber todavía, pero sin duda la dispersión de la política cultural es uno de los distintivos de la vida cultural oficial contemporánea en México.

-¿Es válido hablar de intelectuales de izquierda o de derecha en estos momentos?

R- Ya no existe eso, yo ya no plantaría las cosas entre izquierda o de derecha, yo las vería más bien entre intelectuales y conservadores, creo que más bien estamos acostumbrándonos a contender entre liberalismo y conservadurismo, me parece una clasificación más histórica que de derechas o de izquierda, y que a mi juicio ya es muy difícil ver hasta donde están los socialistas, y donde los derechistas.

-¿Y cómo ves eso de sustituir festivales culturales en aras de tapar baches?.

R- Eso es coyuntural, yo creo que no hay que tomarlo muy a pecho y me parece que lo que estamos viendo aquí es un fenómeno muy reciente -que será cincuenta años tal vez -se ha tomado la cultura como un arma para  la negociación política, o para el uso de la política cultural misma que es diferente, a mi me parece que evidentemente es una locura suspender un festival para tapar baches, es decir sobre todo cuando uno sabe que los recursos federales están etiquetados, es decir infraestructura urbana, y es decir están muy claros los usos del recurso público, y me parece más bien, un recurso coyuntural, que ni siquiera tiene comparación el asunto, comparar los baches con la cultura me parece un cinísmo realmente más fincado en la ignorancia que en el conocimiento de lo que es la cultura.

-¿Qué intelectuales ves ahora en México, es decir los que traen la voz crítica de la situación que vivimos?.

R- Mira, es difícil, yo creo que la sociedad mexicana es lo suficientemente compleja como para detectar intelectuales oficiales o no , es suficientemente compleja la vida política en México para reconocer a unos o a otros , las sociedades son mucho más que eso , las sociedades vivas son más complicadas , más que ese afán clasificatorio, ese afán descalificativo no tiene ningún sentido, no nos lleva a ningún lado porque a final de cuentas todos estamos en el mismo barco; me parece muy complejo y decir tal o cuál intelectual,  pues yo tengo mis favoritos que son los poetas.

-¿Qué poeta es tu favorito?

R-David Huerta, estoy hablando de mi generación y muchos dirán que no, pero eso a mi no me importa mucho en realidad, yo más bien creo en la diversidad como la base de esa unidad , es decir la unidad de lo diverso, y me parece mucho más constructivo .

-¿Y entre Franco Félix e Imanol Caneyada, por quién te decantarías?

R- Son lo mismo

-¿Y por qué son lo mismo?

R- Porque hay que entender la tradición literaria sonorense como un conjunto de personas es decir, entender la literatura regional  a partir de un individuo, se me haría un despropósito hasta desde el punto de vista epistemológico.

-¿Es decir, tu lo ves como un desarrollo colectivo?

R- Claro, si lo viera de manera individualista no funcionaría porque no estoy haciendo un estudio estilístico, por ejemplo Imanol y yo somos buenos amigos, además ningún hombre que se precie de serlo –genéricamente hablando-  es totalmente inmune a los vicios de su tiempo, entonces creo que son muy buenos narradores y hace que se haga todo un movimiento de narradores, de poetas a manera de un gran movimiento literario y eso me fascina, bienvenidos  todos, la poesía da para todo, la literatura da para todos, y verlos en esos niveles a escala nacional e internacional pues me da un gusto enorme. En realidad lo que yo tengo con muchos autores sonorenses es mucho respeto y una mutua admiración . El respeto es la base de todo, respeto al trabajo de cada quien, la literatura da para todos y lo que ahora estamos viviendo de la cuarta transformación por ejemplo  es sólo una circunstancia, es de un punto de vista muy circunstancial como en un momento se vio a la literatura de la Revolución Cubana, someter las ideologías antiguas o actuales es un enfoque muy simple. Lo que ahora está de moda mañana puede no estarlo, pero eso es una estética de mercado y ventas de la industria editorial,  lo que realmente ocurre en la vida literaria es diferente, esto es sin calificativos pues.

-¿Se podría decir que hay una literatura de la 4t?

R- Pues eso favorece muy poco a los escritores, es reducirlos, esa visión es muy reduccionista. 

-¿Tú crees que en nuestros días puede haber un tipo de censura?

R- Después de la revolución virtual es difícil hablar de censura, lo que si hay son exclusiones y omisiones a veces desde la cultura oficial, pero no hay que perder de vista que la cultura oficial es la generada por el estado, hay otra cultura, otras culturas debajo, entonces hay que entender la cultura como un campo de relaciones de poder también de correlación de fuerzas, si lo vemos así , lo dictado por la cultura editorial, por la cultura política o de institución, no es el canon literario, los que andamos en eso no nos guiamos por ese tipo de cosas, me parece que es mucho más complejo , y más que verlo en lado A ó B, estoy en contra o estoy a favor como decía Mussolini: “Todo para el estado, nada contra el estado, y todo dentro del estado” me parece una visión muy reduccionista.

-¿Algo que quieras agregar?

R- Nada que me parece bien que hagas ese tipo de preguntas sobre todo al lado de un café, que en mi caso es un té verde con leche de coco al puro estilo inglés del  commonwealth. Y te agradezco tus preguntas porque me despiertan porque esa visión reduccionista de pensar en escritores de izquierda o de derecha, de fifís o chairos me parece un despropósito, es un reduccionismo realmente burdo, es mucho más compleja la literatura eso pienso.

Fin.

Texto y fotografía por Cipriano Durazo Robles

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Sobre el autor

Cipriano Durazo Robles es Licenciado en Periodismo por la Universidad Kino y Presidente de la Sociedad Amigos del Museo de Historia de la Universidad de Sonora. Articulista de radio y medios digitales. Se desempeña como dictaminador sanitario de la publicidad en COESPRISSON (Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora).

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8 comentarios

  1. Muy buena entrevista a Miguel, no hay duda que es un escritor y poeta maduro y certero, de honda reflexión… y el entrevistador muy puntual… felicidades a ambos.

  2. En lugar de «intelectuales de izquierdas» versus «intelectuales de derechas», yo me quedo con la contraposición de «librepensadores» versus «conservadores». Discrepo acerca de que el «intelectual» es el antónimo del «conservador». ¡Conozco muchos «intelectuales conservadores»!

    Desde que escuché que «el filósofo es un poeta que cree en sus propios versos»… mis intelectuales favoritos son los filósofos. Es cierto que el verso tiene la fuerza de la contemplación, y a veces incluso de la reacción. Pero el ensayo tiene la valentía del compromiso. Me quedo con el filósofo. Si además escribe en verso… entonces uno se encuentra con gente como Nietzsche.

    Excelente entrevista. Gracias a ambos.

    1. Gracias por tus comentarios Sergi; son muy ilustrativos para entender el pensamiento del siglo XX1 y entender la destrucción de los viejos paradigmas culturales.

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