Hermosillo, Sonora.-

Quisiéramos no voltear a ver, hacer «como que la virgen nos habla». Pero la realidad es más terca y nos pone cotidianamente frente al espejo de una existencia que se expresa con brutalidad.

De acuerdo al Consejo Nacional de Población, una institución que recientemente cumplió 46 años de vida institucional, nos alerta en tiempos de pandemia que no perdamos de vista que en México hay 35 millones de hogares donde habitan 6 millones y medio de niñas entre los seis y once años de edad “que pueden estar expuestas a violencia sexual por parte de algún integrante de su familia”.

En general a los tres órdenes de gobierno les incomoda hablar del tema, pero qué le vamos a hacer, si no es ahora en el marco de este aislamiento forzado por COVID – 19, en el que la curva de los delitos sexuales cometidos a menores de edad crece mientras se aplana la otra curva de la salud, es importante subrayar que las niñas están en serio peligro en sus casas.

Y cómo, ¿no las cuidan sus mamás? Se preguntarán muchas y muchos, pero allí les va otro dato importante a considerar. De 35 millones de hogares mexicanos, 11 millones y medio son sostenido por mujeres que independientemente de COVID – 19 tienen que salir a trabajar para traer el sustento a casa.

La decisión de millones de mujeres es salir, porque necesitan traer comida para sus hijas e hijos mientras ellas y ellos están al cuidado de familiares que se aprovechan de su vulnerabilidad para destruirles la vida. Ellas, las niñas, viven en silencio y con profundo miedo tal situación porque son amenazadas con que algo malo les va a suceder a ellas o a su mamá si le cuentan.

De acuerdo a cifras de llamadas al 911, cuyo último corte son los datos de enero – febrero del 2020, es decir, cuanto aún no iniciaba la contingencia sanitaria; en Sonora se habían reportado 80 llamadas por abuso sexual, desafortunadamente los datos no precisan sobre edades de las víctimas nuestro Estado, que se ubicó en esos primeros dos meses en el tercer lugar considerando la media nacional que es de 1.3 y Sonora registra 5.2 muy por encima de la cifra nacional.

Es absolutamente cuestionable que las autoridades a la par de atender los temas relacionados con la salud, no voltee a ver ni por asomo todas las situaciones que se están viviendo en los hogares al decretar el aislamiento social. No es que se critique haber tomado la decisión, sino que junto con ella revisar lo que implicaría para que las mujeres: niñas, adolescentes y adultas mayores, por grupos de edad, estuvieran en hogares seguros.

Nos cimbró el feminicidio de Anapaola en Nogales, Sonora. La Fiscalía no ofreció a petición de la familia mayores datos de la carpeta de investigación, sólo sabemos que fue severamente golpeada y violada por un sujeto que hoy purga condena por delito de feminicidio. 

En este confinamiento se han alzado las voces de diversas Organizaciones de la Sociedad Civil, quienes dan cuenta del incremento de feminicidios en contra de bebés niñas, como lo es el caso de una bebe de seis meses en Oaxaca quien fue violada y asfixiada por su padrastro. 

No hagamos como que la virgen nos habla, es un tema muy duro que no quisiéramos ver, pero la verdad está ocurriendo y es importante prevenir desde casa, pero también exigir campañas permanentes a las autoridades. Mientras cuiden a sus niñas.

Por las niñas y su seguridad #AltoAlAbusoSexualInfantil

Texto y fotografía por María Elena Carrera

Sobre el autor

Licenciada en Ciencia Política por la Universidad Autónoma Metropolitana UAM-Iztapalapa 1978 – 1982. Doctorante en Mediación y Negociación por el Instituto de Mediación de México 2018 – 2020. Integrante de varias Organizaciones de la Sociedad Civil: Mujeres y Punto AC 1994 – 2019 en la cual he sido Coordinadora Estatal en Sonora y posteriormente Coordinadora Nacional 2015 – 2020. Colaboradora de la Asociación
Hermosillo Cómo Vamos) 2016 – 2020 donde actualmente es Coordinadora de la Mesa Temática de Desarrollo Humano y facilitadora del dialogo en la Mesa Temática Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos Municipales. Integrante del Comité de Vigilancia del Comité de Vecinos de Montecarlo, en Hermosillo Sonora e integrante de Seguridad,
Justicia y Paz para las Mujeres en México 2018 – 2020. Integrante del Colectivo Sor Juanas, trabajo interdisciplinario para visibilizar la difícil tarea de ser madre en prisión con sus hijos al interior de los centros penitenciarios. Desde estos diversos espacios ciudadanos el motor principal de mi participación es promover una nueva cultura de la
participación ciudadana bajo tres ejes transversales: derechos humanos, perspectiva de género y cultura de paz. Actualmente soy Secretaria Académica del Posgrado en Derecho en la Universidad de
Sonora. Colaboro en varios medios de comunicación local: Mujer y Poder, Proyecto Puente, Política y Rock And Roll Radio y Crónica Sonora.

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