Doctor Strange: El aprendiz de brujo

Un espectáculo onírico, surrealista y sicodélico. Efectos especiales alucinógenos, que van en función de la historia, aunque la historia está engarzada en lo convencional. Un elenco seleccionado con brío y la partitura musical más exquisita de la temporada, hacen de Doctor Strange (Scott Derrickson, 2016) una película diferente, considerando lo que hasta ahora hemos visto en las cintas de superhéroes.

 

Las puertas de la percepción se han abierto en el universo Marvel.

 

Doctor Strange (Benedict Cumberbatch) es, antes de los extraordinarios eventos de su vida, el neurocirujano estelar en Nueva York; acostumbrado a enfrentar y retrasar a la muerte, sufre un accidente que lo deja imposibilitado para seguir ejerciendo. Cuando la rehabilitación y la ciencia no pueden ayudarle, viaja al mundo de las artes místicas en el lejano Nepal, ahí descubrirá a El Ancestral (Tilda Swinton), quien se convertirá en mentor de Stephen Strange y lo preparará para combatir a las fuerzas oscuras que amenazan a nuestro planeta.

 

Junto a Guardians of the Galaxy (James Gunn, 2014) y Captain América: Civil War (Anthony y Joe Russo) esta, la más reciente cinta marvelita, tiene asegurado un lugar preponderante en su propia galería; sin embargo, resulta imposible no reconocer en ella, en su visualización, la influencia de Christopher Nolan, si recordamos tres de sus películas memorables: Inception (2010), Interstellar (2014) y Memento (2000).

 

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Ya señalamos que el argumento de Doctor Strange puede resultar convencional, o bien, “más de lo mismo”, pero por otro lado, es la nómina de actores lo que resulta una muy grata sorpresa.

 

Ahí está El Ancestral, interpretado por Tilda Swinton, de regreso en sus papeles andróginos, célebres y extraordinarios como en Orlando (Sally Potter, 1992); también aparece Christine Palmer (Rachel McAdams), aliada indispensable de Stephen Strange; Mordo (Chiwetel Ejiofor) y Wong (Benedict Wong), guardianes de las artes místicas, ayudarán a combatir a Kaecilius (Mads Milkkelsen), ángel caído que ha sido seducido por el lado oscuro de la fuerza. Como puede apreciarse, en la premisa del filme, no hay un cambio sustantivo.

 

Y por supuesto, Benedict Cumberbatch, en su papel protagónico se convierte en el único histrión posible para interpretar al rebelde Doctor Strange. En eso, él está ya en la misma tesitura de Robert Downey, Jr como el popular Iron Man.

 

Las cintas de superhéroes se parecen un poco a las antiguas óperas. Su despliegue en vestuario, música, dirección de arte y efectos visuales rivalizan con el virtuoso bel canto y su espectacular despliegue escénico. Y ahora, cuando presentan un lado místico y alucinante, el parentesco crece aún más. Aunque hay que reconocer que las óperas nunca terminan bien. Todo acaba en tragedia, muy al contrario de lo que debe ocurrir entre los superhéroes, vengan de donde vengan.

 

Doctor Strange. Director: Scott Derrickson. Guión: Jon Spaiths, Scott Derrickson y Robert Cargill. Música: Michael Giacchino. Con: Benedict Cumberbatch, Tilda Swinton, Chiwetel Ejiofor y Mads Milkkelsen.

 

Por Horacio Vidal