Hermosillo, Sonora.-

Cuando platicas del clima, es que no tienes tema. Solo que es imposible dejar de hacerlo cuando un día estás cómodo en la poltrona de tu abuela, en el pueblo donde naciste, a 45 grados, y a las 48 hrs llegas a Santiago de Chile, al pie de la cordillera de los Andes, y el termómetro marca 6 grados al medio día…

«Al oeste de Santiago, a ciento veinte kilómetros, está Viña del Mar. Y al este, bajo las faldas de la Cordillera de los Andes, brincas y está Mendoza, Argentina. Por punto más bajo tres mil metros, ahí fue lo del avión de ‘los sobrevivientes de los Andes’: inicia en Venezuela y termina en la Patagonia; punto más alto, siete mil metros». (PIE DE FOTO DEL AUTOR)

Esto que les cuento sucedió las pasadas vacaciones de verano. Lo primero que hicimos al llegar a la capital chilena fue ir al Palacio de la Moneda, lugar emblemático, pues ahí nos mataron al doctor Salvador Allende, un día como ayer, 11 de septiembre, pero de 1973. Casi medio siglo atrás. Ahí, al pie del edificio, la ex presidenta Bachelet construyó un majestuoso centro cultural. Por su parte, el joven presidente Boris, ex líder estudiantil, se frota las manos desde marzo de este año viendo por dónde entrarle a la reconstrucción chilena. Caminamos por la principal arteria de la ciudad, la Alameda, y en una plaza liberada “me puse a llorar por l@s ausentes” y, claro, “que paguen su culpa los traidores”.

El autor frente al Palacio de la Moneda

Gabriela Mistral fue la primera premiada con el Nobel de Literatura. Vino a México en apoyo de José Vasconcelos para diseñar los nuevos programas de estudio. En sus memorias, el fundador de la SEP apunta de las diferencias que tuvo con la poeta. En fin, ahí está la obra de l@s dos, a leerla y que cada quien juzgue. Por lo pronto, Allende hizo un gigantesco centro cultural Gabriela Mistral, Pinochet lo convirtió en cuartel militar y felizmente la doctora Bachelet lo reinauguró 

Gracias a la vida que le dio tanto a la Violeta Parra, solo que creo aún no se le hace justicia, basta mirar la casa donde vivió en Santiago, luce destartalada y no encontré calle ni monumento a su nombre. Espero que me haya faltado tiempo en tal pesquisa.

El autor con grafiti dedicado a Violeta Parra

Pablo Neruda es otra historia , aprendimos de estudiantes casi a venerarlo y hasta románticos creímos que su amor por Matilde era único… nada que ver, es verdad que la pobre mujer lo velÓ en su casa “ La  Chascona”, en Santiago, solo que en nuestro tránsito a Valparaís, a 100 km al sur de la capital , fuimos a conocer sus otras casas: La Sebastiana y cerca de ahí está Isla Negra, su otra casa.

Lo de menos es que tengamos noticias de sus tres esposas, aquí el punto es que un día un amigo feminista me trajo a casa un fragmento, subrayado en rojo sangre, de las memorias del Nobel , donde no sólo confiesa que vivió, sino que a sus setenta años estuvo enamorado de una niña de quince y el pederasta hasta versos le dedicó. Así que vamos desmitificándolo.

O como dijo mi amigo el feminista: “porca miseria”

El autor saludando de mala gana el monumento a Neruda

El autor saludando de buena gana el monumento a Mistral

Texto y fotografía por Raúl Peralta Torúa

Sobre el autor

Originario de Carbó, Sonora, estudió en la Universidad Autónoma de Baja California y trabajó en la Secretaría de Educación y Cultura del Estado de Sonora

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2 comentarios

  1. Gracias por este relato, Raúl. Lo seguí escuchando tu voz y estilo narrativo carboneño y único.
    Me estoy animando a narrar alguna de las anécdotas vividas. Por cierto, es también momento para recordar aquella tarde en algún pequeño lugar de Francia en donde nos dio enorme gusto encontrar y pernoctar en el albergue juvenil Salvador Allende. ¿Se acuerdan Rosa María y tú? Dile a ella que también nos comparta una de las mil historias vividas en tanto viaje por el globo terráqueo.

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