Hoy es viernes, muchachos, y proponemos la lectura de Aldo Barrios para que tengan algo interesante de qué hablar entre cahuama y cahuama.

Salucita.

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La tarde del pasado jueves 28 de abril del presente año solar se vivió un formidable convivio intelectual en glamuroso recinto hermosillense. Tuve la oportunidad de ser testigo y he aquí mis comentarios al respecto, que, no sin algún dejo de crítica, conforman un comentario por demás constructivo con el sólo propósito de que los organizadores tomen nota y los siguientes eventos sean perfectos. Aquí va.

 

Con motivo del programa de fomento a la lectura del Instituto Sonorense de Cultura, apoyado por el irredento programa radial Proyecto Puente, y al parecer gran idea de nuestra ilustre Gobernadora, bajo el incluyente lema de “todos leemos”, se llevó a cabo la presentación de la trilogía histórica del -otrora- crítico sistémico José Antonio Crespo, HISTORIA MINIMIZADA DE MÉXICO PARA PRIMERO SEGUNDO Y TERCERO DE PRIMARIA (no son los de la SEP, ¡por Dios, no!). El programa busca fomentar la lectura en todas las clases sociales, y esta tarde era el turno de la Alta Sociedad. ¡A ilustrarla se ha dicho!

 

Y sí, en un marco perfecto para los grandes apellidos locales, todos asistimos más acicalados de lo común para reunimos en torno a un tema: el de la presentación de Crespo, que la verdad fue tan ilustrativa como lo fue de divertida y de sediciosa, es decir, rayando en la nulidad. Hubo un par de momentos en los que el presentador Luis Alberto Medina dio muestra de que revisó Wikipedia antes de tomar el micrófono. Y no dijo tantas sandeces como para que Crespo se llevara la mano a la frente, pero estuvo a punto.

 

Pero eso es lo de menos, vayamos al ambiente. Simple y sencillamente el mejor lugar para presentar libros en Hermosillo es la terraza del club de golf de Los Lagos, un acierto del ISC y nuestra Gobernadora: es un lugar hermoso, tranquilo, alejado de centros de congregación popular y sin acceso cercano al transporte público, perfecto precisamente para llegar al público que se busca: los de arriba. El pasto lucía impecable, las fuentes funcionaban en armonía, los golfistas jugaban con toda tranquilidad, los canapés y las donas circulaban cual graciosa danza de harina y gluten, al igual que las copas de buen vino, las tazas de exquisito café y los refrescos de rigor para los más pequeños, además de que por ningún lugar se veían los trabajadores de jardinería, que suelen desentonar un poco en estos ambientes. Tampoco se hicieron presentes los molestos objetores de conciencia, a quienes ya vislumbraba con pancartas con lemas como “Al rico información, al pobre represión” o “Crespo, vendido, ¿quién es tu padrino?” u otras necedades por el estilo, un logro.

 

La verdad hay que reconocer el esfuerzo del Instituto Sonorense de Cultura y nuestras autoridades por llevar estos eventos a un segmento de la población que por lo general queda excluida de las ofertas culturales del estado con el pretexto de que no les hace falta porque se pueden costear con facilidad un viaje a cualquier presentación de Paul Auster en Nueva York o de Michel Houellebecq en París, tan sólo con ir al aeropuerto y hacer uso de sus plásticos.

 

Sí, es verdad, tienen esa posibilidad, pero seamos sinceros, no lo hacen, no tienen esa cultura, entonces, nuestro admirable gobierno les está abriendo esa ventana de posibilidades. Como digo, no crean que no van a París a ver a Houellebecq porque no puedan, lo que pasa es que no se les ha ocurrido. Por lo general se van a Europa a gastar herencias en ropa, accesorios y hoteles de lujo, pero en poco más.

 

Este programa mostrará a nuestra Alta Sociedad que la vida es mucho más que el consumo de mercancía fútil, también se puede consumir cultura, y aquí un tip: hay escritores que validan y dan justificación moral a su estilo de vida, y eso es muy necesario para librarse de culpas que no les corresponden, si es que se da el caso, que la verdad creo que no ocurre con tanta frecuencia.

 

Un pequeño detalle, en el estacionamiento del inmueble se instaló el Librobús de la recién nombrada Secretaría de Cultura, gran idea, pero mal ejecutada. Al platicar con los encargados me comentaron que no vendieron nada, era de esperarse, sólo traían libros baratos, ninguna edición de lujo, ninguna de pasta dura con bordes de oro, no estaba la biografía de Carlos Slim, ni siquiera las sagas de moda que por lo general cuestan arriba de los $299.00 y representan un artículo atractivo para la clase apapachada en esta velada. La verdad el material no fue bien escogido, era material mucho más propio para cualquier escuela pública. Totalmente desaprovechado el mentado Librobús.

 

En conclusión, un esfuerzo loable de nuestras autoridades que deberán repetir y mejorar algunos detalles para llamar más la atención de los residentes de esta preciosa zona autónoma, los cuales brillaron por su ausencia, ya que el público asistente consistió en un par de grupos de preparatoria y los usuales espectadores de este tipo de eventos, es decir, personas ajenas a la clase que va dirigida. Pero bueno, no todo sale siempre como se planea.

 

Pros

-Excelente lugar y ambiente

-Buen vino, café sabroso

-Donas de Costco

-Cero “activistas”

 

Cons

-Ausencia de joyas

-Dicha ausencia hizo imposible que en vez de aplausos maraquearan los diamantes

-Crespo no prendió

-¿Y el caviar, apá?

 

Texto y fotografía por Aldo Barrios

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– p u b l i c i d a d –

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 Lona 2-01

Sobre el autor

Autopresentación: Soy literato y librero de profesión, escritor y disidente de afición (y anarcovegano). He escrito un par de colecciones de relatos dos tres y un par de novelas pésimas (las cuales no publicaré nunca a no ser que ganen un chingado premio y que parte del premio sea la edición impresa lo cual veo muy remoto). He participado en todos los concursos literarios habidos y por haber que den más de $5,000 de premio. Nunca he ganado ninguno, de hecho he invertido demasiado en copias, engargolados y fletes; una verdadera pena. También soy colaborador en Mambo Rock, Libera Radio, Turbia, ISC Radio y Pez Banana.

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3 comentarios

  1. Aldo que buena pieza irónica, las fotografías la ilustran perfectamente. Espero pronto ver otra publicación tuya en esta página, felicidades!

  2. Autoridades gubernamentales de inicio y de origen divorciadas, ajenas, a las cuestiones culturales. De por sí la situación educativa es una convulsión de diferencias de forma y de fondo. Aquí la extrañeza no debe provenir de los topes y tropiezos con que un gobierno o una secretaría o ministerio cultural demuestra su capacidad o ubicación con respecto a lo que deben ser los destinatarios y la naturaleza de los eventos que realiza, en este caso como lo muestra Aldo la presentación de un libro se convirtió en una muestra de la distancia entre la política y la sociedad y la distancia entre la cultura y sus necesarios destinatarios; lo que nos debe extrañar es la falta de muestras por parte de la sociedad y sus integrantes activos de que no se necesita, no se debería necesitar, al gobierno y sus instituciones culturales para difundir, para promover, para activar, para revolucionar cualitativa y cuantitativamente las actividades culturales. !Aguas! Nos quedamos adormilados esperando la acción gubernamental para poder activarnos. De a poco nos daremos cuenta que los presupuestos y el paternalismo cultural irá disminuyendo en la misma medida en que hemos perdido los activos públicos más ricos e importantes de la nación, del país. Si no hacemos conciencia no solo del carácter prescindible y a veces desacelerador del gobierno, seguiremos dependiendo de sus agendas para enterarnos de que hay una agenda cultural o de que ha aminorado o desaparecido la agenda cultural. No es de extrañarse que hagan este tipo de farsas como eventos literarios o artísticos. Es lo normal. Lo que se debe demostrar es que las fuerzas vivas de la cultura están en otra parte, son otros, hacen otras cosas, bien hechas. Lo mismo va para la radio, televisión y varias formas de periodismo escrito y virtual. Navegan de muertito, viven del favor oficial, no tocan temas, no son críticos, no hay una evolución integral de avance social si no hay contrapesos en la opinión, si no se contrastan temas, agendas, iniciativas de ley… somos México porque aquí no se acostumbran ni se conocen los juicios políticos, ni la revocación de poderes, ni los verdaderos debates, los partidos son cerrados a la sociedad y funcionan como grupúsculos al servicio de intereses particulares… Las reformas neoliberales que cumplen veinticinco años y que en su segunda generación profundizaron la desatención y disociaron el manejo de la economía con el bienestar de la gente, volviendo indiferente y pasivo el papel del gobierno como regulador social del empleo y de los sectores sociales y productivos, nos heredan una realidad actual de un país enfermo cuyos síntomas y marcas que antes se ocultaban con cualquier maquillaje hoy nos explotan en la cara en forma de narcomenudeo, inseguridad pública, explosión demográfica, violencia intrafamiliar, deserción escolar, desintegración familiar, alcoholismo, drogadicción, desempleo, poralización de los géneros (algo totalmente indeseable por los efectos sociales que produce por falta de un verdadero debate y legislación de fondo) y demás signos de nuestra convivencia que cada día profundiza lo errado del rumbo de contar con un sistema de gobierno costoso, inoperante, desubicado y distraído de su verdero papel: velar por el buen rumbo de las comunidades, las ciudades, los Estados… y no lo que hacen, lucrar con la ley, lucrar con los recursos, lucrar con el poder… hasta que venga el otro y le recaigan las broncas

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